de John Chester. EE.UU.,
2018. 91’.
6 de octubre de 2020. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.
American way of farm. Ese podría ser también el título de esta película sobre un granja que podrá ser cualquier cosa menos pequeña. El grandonismo estadounidense y ese carácter entre naif y emprendedor que caracteriza a muchas de sus gentes están presentes en esta película comprometida con la sostenibilidad y las iniciativas ecologistas. En este sentido, el documental seguramente resultará edificante y muy gratificante para quienes no hayan tenido la suerte de que el ganado, los huertos y los árboles hayan formado parte de sus vidas. Pero lo mejor de la película son, sin duda, esas hermosas imágenes que por momentos recuerdan a las de los estupendos documentales de Joaquín Gutiérrez Acha (en unos días se estrenará su última película: Dehesa, el bosque del lince ibérico). Es verdad que filmar en una granja es más fácil que en los entornos salvajes, pero hay que reconocer que, aunque coquetea con lo almibarado, John Chester tiene el acierto de no ahorrarnos las dificultades y los dramas que también acontecen en las granjas reales. Y la suya, aunque tenga una extensión enorme y cuente con todos los medios, también parece serlo.