de Heidi Hassan y Patricia Pérez Fernández. Cuba, 2019. 80’.
20 de diciembre de 2020. Centro Niemeyer, Avilés.
Empezaron Erice y Kiarostami. Luego siguieron José Luis Guerín y Jonas Mekas, Isaki Lacuesta y Naomi Kawase, Albert Serra y Lisandro Alonso, Jaime Rosales y Wang Bing, Fernando Eimbcke y So Yong Kim. Últimamente el intercambio epistolar a través de imágenes se está haciendo entre mujeres y nos está deparando trabajos tan interesantes como el Meritxell Colell y Lucía Vassallo en Transoceánicas, el de Carla Simón y Dominga Sotomayor en Correspondencia (un estupendo cortometraje con dos cartas filmadas de cada directora que he visto esta misma tarde en el Documenta Madrid) y este delicado trabajo sobre el extrañamiento a cargo de Heidi Hassan y Patricia Pérez Fernández. Hay retales de imágenes del pasado que van siendo reinterpretadas a la luz de un presente en el que ninguna de las dos parece ser feliz. Ambas se extrañan y extrañan sus vidas anteriores. Pero siguen buscando en otro país esperanzas, afectos y hasta una maternidad cada vez menos probable. A media voz es una hermosísima película en la que confluyen dos miradas muy afines sobre la memoria y el extrañamiento. Las de dos directoras sensibles que tienen en el cine su verdadera patria.