de Gabriel Mascaro. Brasil, 2019. 101’.
26 de mayo de 2022. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
Gabriel Mascaro da una cadencia a la historia que convierte en hipnóticas escenas que también podrían ser hilarantes. La sutil ambientación, levemente futurista y llena de hallazgos sumamente sugerentes, hace que resulte muy grato ver una película en la que los elementos radicalmente eróticos se combinan de manera sorprendente con una religiosidad obsesiva y agobiante. Sospecho que, en el Brasil de Bolsonaro, Divino amor tiene mucho de denuncia de las derivas que viene sufriendo el país en los últimos años. Una crítica que seguramente será uno de los subtextos de esta extraña película que resulta a la vez seria, irónica, grotesca, elegante, obvia, magnética, patética y sensual. Y todo ello de manera singularmente armoniosa, algo que se puede decir de muy pocas películas. Por eso Divino amor resulta tan fascinante.