de Jérôme Bonnell. Francia, 2021. 89’.
4 de mayo de 2022. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. V.O.S.
Jonás vuelve una mañana a la casa de Léa, pero ella ya no quiere seguir con él. Al salir se toma un café en el bar de enfrente. Y luego otro. Después busca papel y bolígrafo y se pone a escribirle una carta de amor. Al dueño del local le gusta mucho lo que escribe, tanto que le dice que no debería dársela solo a ella. Y así va pasando el día. Vigilando a Léa desde el bar y haciendo relaciones imprevistas con los parroquianos.
El bar de la esquina, las circunstancias amorosas y algunas otras cosas hacen que esta película nos recuerde en cierto modo a la estupenda La puerta de al lado de Daniel Brühl. El tono es muy distinto pero en las dos el interés se mantiene todo el tiempo. Las cartas de amor no existen es menos intensa que El tiempo de los amantes, la otra película que habíamos visto de Jérôme Bonnell pero su amable ligereza es agradable y no cae en la blandura que caracteriza a buena parte del cine francés. Así que, aunque no llegamos a conocer el contenido de la carta, las cuitas de Jonás mientras la escribe hacen que se esté muy bien en ese bar.