de Edward Berger. Alemania, 2022. 147’.
26 de diciembre de 2022. Netflix. V.O.S.
Aunque el punto de vista es el de un soldado alemán y no inglés, Sin novedad en el frente tiene bastante que ver con 1917. En la crudeza con que se presenta la guerra y en el homenaje a la magistral Senderos de gloria de Kubrick. Como la novela original y las anteriores versiones de esta historia, Berger tiene propósitos antibelicistas. Pero su obra también puede ser del gusto de quienes entienden la guerra como un espectáculo estético de primera magnitud (sobre eso ya nos advertía Walter Benjamin). La alegría inicial de los niños reclutas y los cálculos estratégicos de los que deciden el devenir de la guerra no se darían si todo eso no fuera siempre cosa de hombres. Ya lo decía Molly Bloom en el Ulises de Joyce: las mujeres nunca hacen las guerras. Así que Putin no es el único malo en estos tiempos difíciles. Lo son, y lo han sido siempre, quienes no dedican los tiempos de paz a destruir las armas y a desmantelar sus fábricas. Al final van a tener razón el abuelo y el bisabuelo de Pacífico Pérez en Las guerras de nuestros antepasados, la novela de Delibes. Decían que cada generación ha de tener su guerra. Cada generación de hombres se entiende. Porque la guerra es esa cosa testosterónica que reniega de lo humano.