de Alice Rohrwacher. Italia, 2022. 130’.
27
de octubre de 2023. Teatro Carrión, 68º Semana Internacional de Cine
de Valladolid (Sección oficial). V.O.S.
Comenzamos esta nueva escapada a la Seminci con esta joya llena de bellezas destartaladas. Las que Alice Rohrwacher nos ofrece en esta hermosa fábula ambientada en los años ochenta en las periferias rurales italianas. La quimera combina magníficamente la mejor herencia de los paisanajes fellinianos con los restos artísticos que encontramos en un palacio destartalado, en una chabola gélida o en una vieja estación okupada por la alegría de unos niños piojosos. El grupo de saqueadores de tumbas tiene esa hermosa estética barroca que tanto recuerda a la familia de El país de las maravillas o a los indigentes de Lazzaro Feliz. El Lazzaro de esta historia es Arthur, un joven pasmado cuyo singular papel contrasta y completa ese mundo cerrado y gregario del lumpen que suministra bellezas etruscas a las mafias anglosajonas del coleccionismo privado. Cada parte y cada plano que Alice Rohrwacher nos ofrece es de una belleza sorprendente y ya sería delicioso aunque la historia no estuviera bien cerrada. Pero el hilo que conecta el comienzo onírico en el tren con su magnífico final hace que la película sea para nosotros un sueño tan cerrado y hermoso como el que finalmente calma a este Arthur feliz. El nombre de Alice Rohwacher hace difícil convertirlo en adjetivo, pero lo reconocible y fascinante de su estilo bien podría merecerlo. Como esa italianísima costumbre de entender que lo felliniano es el mejor legado de Fellini. Así que ha sido un gustazo ver esta película (que finalmente se llevará la Espiga de Plata) y seguir en la butaca escuchando a Franco Battiato mientras van desfilando los títulos de crédito.