27 de julio de 2013. Filmoteca de Cataluña, Barcelona. V.O.S.
Nur-ed-Din ha comprado a Zumurrud en una subasta, aunque en realidad ha sido ella quien ha elegido a su joven amo. Las peripecias de la pérdida y búsqueda de la esclava dan lugar a una serie de historias fantásticas sobre el sexo y el amor.Una jornada pasoliniana en Barcelona. Por la mañana visitamos la estupenda exposición “Pasolini Roma” en el CCCB (un lugar que casi nunca nos defrauda) y en la tarde vimos en la Filmoteca la última película de su “Trilogía de la vida”. Antes de Las mil y una noches se proyectó Los muros de Sana’a, un cortometraje documental en el que Pasolini reivindicaba los magníficos paisajes urbanos de Yemen y denunciaba los riesgos de deterioro por el contacto con el mundo occidental. Y precisamente lugares bellísimos de Yemen, Eritrea, Irán, Etiopía, India y Nepal son los que Pasolini eligió para filmar esta fascinante película hecha de historias que están siempre a punto de perder la coherencia, pero nunca el interés. El relativo desaliño del montaje se compensa con la belleza de las imágenes y lo legendario y poético de las pequeñas historias que se hilvanan en esta película que invita a volver a ver las otras de la trilogía y a repasar el resto de su filmografía. De hecho, me he comprado algunas en la tienda del CCCB.