5 de julio 2013. Pequeño Cine Estudio, Madrid. V.O.S.
En la barra de un bar una amiga le va contando a otra lo que ha leído en un cuaderno. Es la historia de tres amigos de Ferrol que quieren hacer un largometraje documental sobre Plácido Meana, el único español que ha publicado en Marvel y del que hace tiempo que nadie sabe nada. Los viajes a Madrid para hacer la película se suceden con la narración del cuaderno y con los intentos de Plácido Meana por viajar en el tiempo.
Una noche memorable. La del estreno de esta sorprendente película en el Pequeño Cine Estudio de Madrid con la presencia de parte del equipo. No hubo presentación ni coloquio, pero sí fuertes aplausos al final. Desde los primeros planos con la camarera y su amiga cartera hasta el estreno final de la película en un centro cultural playero, no hay escena (ni casi plano), ni diálogo (ni casi frase) en que decaiga el interés. Hilarante, metateórica, casposa, reflexiva, corrosiva, matizada, directa, perifrástica, original, arquetípica… Todo eso y mucho más es esta película que se estrena ahora en Madrid y en Ferrol. Y que merece ser vista en muchas salas. Es un juguete artesano al que se le nota la genialidad y la tenacidad de sus creadores. Las interpretaciones, los diálogos, los escenarios, el montaje y el conjunto de la película son todo lo desaliñados e impecables que requiere una historia alucinante protagonizada por unos tipos que pueden despertar tanta grima como fascinación. Se partirán de risa quienes compartan (o no) algo de esas vidas. Y disfrutarán con su ironía quienes simplemente gusten del buen cine. Mejor retiro esta última frase. No quiero pensar lo que haría con ella Kike Narcea. Si criticando el título de su propia película le meten un buen repaso a Aristarain, imagino lo que sus personajes dirían de esta reseña.
Una noche memorable. La del estreno de esta sorprendente película en el Pequeño Cine Estudio de Madrid con la presencia de parte del equipo. No hubo presentación ni coloquio, pero sí fuertes aplausos al final. Desde los primeros planos con la camarera y su amiga cartera hasta el estreno final de la película en un centro cultural playero, no hay escena (ni casi plano), ni diálogo (ni casi frase) en que decaiga el interés. Hilarante, metateórica, casposa, reflexiva, corrosiva, matizada, directa, perifrástica, original, arquetípica… Todo eso y mucho más es esta película que se estrena ahora en Madrid y en Ferrol. Y que merece ser vista en muchas salas. Es un juguete artesano al que se le nota la genialidad y la tenacidad de sus creadores. Las interpretaciones, los diálogos, los escenarios, el montaje y el conjunto de la película son todo lo desaliñados e impecables que requiere una historia alucinante protagonizada por unos tipos que pueden despertar tanta grima como fascinación. Se partirán de risa quienes compartan (o no) algo de esas vidas. Y disfrutarán con su ironía quienes simplemente gusten del buen cine. Mejor retiro esta última frase. No quiero pensar lo que haría con ella Kike Narcea. Si criticando el título de su propia película le meten un buen repaso a Aristarain, imagino lo que sus personajes dirían de esta reseña.