23 de octubre de 2014. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
A Cristobal le acaba de dejar su mujer. Ella se ha ido a Barcelona y él deambula por Santiago en busca de otras mujeres. Con el deseo y la torpeza de un hombre a la deriva.
Una especie de ¡Jó qué noche! en versión chilena y masculina. Los encuentros y desencuentros de este "hueón" dubitativo van componiendo una historia que se ve con interés. El diálogo preambular (altamente sexual) entre las dos mujeres que intentan ligarse a Cristobal y ese final en que se debate entre intentar recomponer su familia o ser capaz de renunciar a ella, enmarcan con acierto los acechos, requiebros y huidas de un personaje patético que no sabe ser ni marido, ni padre, ni amante (¿arquetipo de una masculinidad dislocada?). El chilenísimo lenguaje de esta película obliga a mantener la atención para no perderse nada. Pero a ello no ayuda la incomprensible decisión de subtitularla. Si ya son molestos esos subtítulos en inglés con que nos llegan las copias para festivales de algunas películas, que se pongan en español es mucho más grave. Aprender a entender (y disfrutar) las distintas formas de hablar español en los dos lados del charco (y también dentro de España) es un aliciente más para ir al cine. Por eso resulta tan molesta la falta de respeto hacia nuestra lengua y hacia nuestro cine que suponen esos subtítulos cuando, como hoy, el sonido no dificulta la escucha.