17 de noviembre de 2014. Cines Centro, Gijón.
En 1999 aparecen restos humanos en el carbón que llega a varias centrales térmicas de una provincia china. El cadáver es identificado, pero el crimen no queda bien esclarecido. Cinco años después el policia que participó en aquella investigación trabaja como guardia de seguridad. Pero sigue indagando sobre unos hechos que vuelven a hacerse presentes con nuevas muertes. Las pistas conducen a la mujer del hombre que supuestamente había sido asesinado entonces.
Un thriller con notable voluntad de estilo. Elegancia formal en la composición de los planos. Magnífica fotografía para retratar sórdidos paisajes urbanos en inviernos radicales. Sencillez en la manera de filmar escenas tan sorprendentes como la del tiroteo desencadenado con la inesperada caída de una pistola. El relato no es nítido, pero la trama se sigue. Quizá el premio a la mejor película en el festival de Berlín pueda parecer excesivo, pero este thriller chino es una sorpresa estética bien interesante.