23 de noviembre de 2014. Cines Centro, 52º Festival de Cine de Gijón (sección: rellumes). V.O.S.
Sandro es un profesor de mediana edad que vive con sus padres en Tbilisi. Ellos lo tratan como a un niño y están empeñados en que conozca a alguna buena mujer con la que pueda casarse. Con su amigo Iva tiene encuentros esporádicos con chicas de otras ciudades que no le satisfacen. Pero con Manana sí se entiende. Ella es una peluquera cuyo marido está a punto de salir de la cárcel. Cuando queda libre las cosas se complican para Sandro. La empleada de Manana está embarazada del marido y él se ve involucrado en todo eso.
Una película ocre. Cálida y triste a la vez. Es el color de su fotografía y también el de esos envejecidos entornos que parecen confirmar la imagen desvencijada de las ciudades ex soviéticas. Los personajes también son ocres. Entre pasmados y tiernos. Ni simpáticos ni desagradables. Pero el conjunto compone una película interesante que cuida los encuadres en escenas singulares. También hay ironía. Pero muy sutil. Casi ocre.