25 de febrero de 2016. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
Sayat Nova es el nombre de un poeta armenio del siglo XVIII. Y el título original de esta extraordinaria película formada por una serie de bellos planos fijos que muestran cautivadoras escenas que hoy parecen performances. La película está llena de referencias simbólicas sobre los trabajos y los días de un poeta al que se presenta a medio camino entre el ascetismo religioso y las temáticas propias de un trovador antiguo.
Una hora y cuarto mirando hechizado una pantalla en la que no entiendo mucho de lo que veo. Ni falta que me hace. El color de la granada me recuerda la fascinación con que vi Un perro andaluz antes de saber nada sobre su simbolismo. Ni falta que me hacía. Así que Sergei Parajanov se me antoja una especie de Buñuel (aún) más religioso que maneja admirablemente el encuadre, el movimiento y el color. El tiempo de cada escena está perfectamente medido. Como la composición de esas imágenes coreográficas filmadas en escenarios monacales y rurales de singular belleza. Es una delicia que no le dirá nada a algunos, pero que deja sin habla a quien acepta que en el cine no siempre se ha de contar una historia. El Centro Niemeyer es uno de los pocos lugares en que se puede ver en España esta joya recién restaurada que ha sido liberada de las alteraciones que en su momento le impuso la ortodoxia soviética. Todo un lujo que se disfruta mucho más con las magníficas condiciones de proyección que caracterizan a esta sala.