19 de marzo de 2016. Centro Municipal Integrado Pumarín, Gijón. V.O.S.
Un fiscal diligente que no sabe cómo relacionarse con su hija. Una adolescente desquiciada que detesta a su padre. Y una terapeuta dulce que trata a jóvenes anoréxicas y recibe mensajes de los muertos. El padre y la hija no hablan de ello, pero ninguno de los dos ha conseguido superar la muerte de la madre.
De Malgorzata Szumowska había visto Ellas y Amarás al prójimo. Dos películas interesantes que comparten cierta voluntad de ir más allá de lo obvio y, en el caso de la primera, arriesgarse a bordear la corrección política sobre un tema como la prostitución. Pero la más interesante de las tres es En cuerpo y alma. En ella Szumowska nos presenta un triángulo de seres heridos a los que vamos descubriendo de forma fragmentaria con imágenes llamativas y elegantes (la sorprendente ironía de la primera escena, los planos cenitales de la comida, las paredes blancas del psiquiátrico en que unas jóvenes aprenden a gritar y a hablar de sus cuerpos...) Los tres personajes están muy bien perfilados por unos actores magníficos entre los que destaca Janusz Gajos en el papel de ese fiscal maduro y vulgar con el que es tan fácil identificarse. En cuerpo y alma es una historia triste de intimidades doloridas que según avanza parece querer coquetear con lo paranormal. Pero el final es aún mejor con ese hermoso amanecer que lo será en más de un sentido para estos personajes.