28 de octubre de 2017. Teatro Carrión, 62º Semana Internacional de Cine de Valladolid (sección oficial). V.O.S.
Un aborigen mata en defensa propia a un hombre blanco. Cuando lo hace no sabe que el tipo había violado a su mujer mientras él le ayudaba a reparar su granja. El aborigen huye con ella y quienes los buscan no consiguen darles alcance. Pero al saber que su mujer está embarazaba decide entregarse. A pesar de vivir en un lugar remoto tendrá un proceso justo con un juez honrado. Finalmente es declarado inocente, pero a algunos lo que digan los jueces les importa muy poco.
Podríamos considerarlo un estupendo eastern. Y es que es un western de maneras muy clásicas en la lejana Australia. El racismo no es contra los negros (como le encanta a Tarantino), sino contra unos aborígenes que allí sufren como ellos. La historia está magníficamente contada en tres tiempos: los incidentes en las granjas, la persecución y el juicio. También hay un cruel epílogo para una historia poderosa que, además de soberbios paisajes, tiene unos personajes muy bien perfilados. No sé como habrá estado en general el nivel de la sección oficial pero tanto ayer L'insulte como hoy este Sweet country bien podrían merecer alguna Espiga. Antes de la proyección pudimos disfrutar con el bonito cortometraje de animación (otro más) Hedgehog's home, de Eva Cvijanovic que nos cuenta en verso un cuentecito sobre un erizo hogareño al que invita a cenar el zorro y al que no comprenden ni el lobo ni el oso ni el jabalí.