22 de enero de 2017. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
Gentes de Lampedusa y gentes que quieren llegar a Europa. Vemos la vida cotidiana y los afanes de un niño, de una anciana, de un locutor de radio y de un buceador que viven de forma sencilla en esa isla. Y vemos también el sufrimiento de quienes intentan llegar a ella y son rescatados en terribles condiciones en medio del mar.
Un extraño híbrido entre el sosegado vivir cada día en Lampedusa y las tragedias repetidas en el mar. Gianfranco Rosi ha conseguido que le dejen filmar de cerca todo el proceso de rescate de los inmigrantes y refugiados que no dejan de llegar a la isla. Y lo hace con una notable contención y evitando cualquier subrayado que estaría fuera de lugar para unas imágenes tremendas que deberían ser vistas por todo el mundo. La escena de los cadáveres abrazados en el barco y la del médico describiendo la impotencia y el vacío que deja tener que enfrentarse a tanta tragedia seguramente removerían algunas conciencias. Y ayudarían a tomar decisiones a esos gobiernos pusilánimes que, como el de nuestro país, no parecen sentirse concernidos por esto.