26 de diciembre de 2019. Cines Renoir Princesa, Madrid.
Un argentino llega a Barcelona para pasar unos días en la ciudad. Allí encuentra a otro hombre con el que tiene sexo fugaz. O no tanto, porque se da cuenta de que en 1999 ya había estado otra vez con él. Y de que su vida sería distinta si llevaran viviendo juntos desde entonces.
Estuvimos a punto de verla en la Seminci y me alegro de que ahora nos la encontremos en Madrid. Lucio Castro nos ofrece una historia para armar sobre las vidas posibles de un amante en Barcelona. Poco importa si asistimos a encrucijadas biográficas o a meras ensoñaciones más o menos paralelas porque Fin de siglo es un prodigio de contención que, con un cuidado exquisito de los encuadres y el sonido, consigue que no sean necesarias muchas palabras para que resulte una película cautivadora. Y cuando las hay tienen ese hiperrealismo sosegado que hace tan grato seguir esta historia de amor que ha sido modelada con el aire sugerente y la sencillez deliciosa de un cuento de Cortázar. Nada menos.