26 de diciembre de 2019. Cine Conde Duque VERDI Alberto Aguilera, Madrid. V.O.S.
El matrimonio entre una actriz y un director de teatro se rompe inesperadamente. Él tiene bastante éxito en el circuito independiente y está a punto de estrenar en Broadway. Ella quiere volver a Los Ángeles y trabajar en una serie porque siente que su vida es muy dependiente de él. Los dos son personas razonables que no desean una separación conflictiva. Pero las cosas se complican cuando contratan abogados.
El director de Francés Ha, Mientras seamos jóvenes o Mistress America vuelve al tema de Una historia de Brooklyn desde la perspectiva de la pareja que se rompe. Tratándose de Baumbach era evidente que la historia tendría interés y el guión mucha calidad. Además, con Scarlett Johansson y Adam Driver en los papeles protagonistas había garantía de que los personajes serían más que convincentes. Por eso, aunque la ácida y bien planteada crítica a la abogacía (de la que solo se salva el personaje sensato y honesto que interpreta Alan Alda) justifica sobradamente la película, escenas como la de la gran discusión cuando todo está perdido en ese matrimonio aportan el clímax perfecto para un relato que fluye con la amargura y la inercia propia de las rupturas inesperadas.