20 de noviembre de 2019. Centro Niemeyer, Avilés
El papel de los abogados en la Transición española. Desde 1970 en que se celebró aquel IV congreso de su colegio profesional en León hasta la terrible matanza de Atocha y las consecuencias de la reacción cívica que tuvo para la consolidación de la democracia. Hay imágenes de la época y testimonios actuales de protagonistas notables de aquel tiempo.
Cristina Almeida, Óscar Alzaga, Manuela Carmena, Pablo Castellano, Antonio Garrigues Walker, Fernando Ledesma, José María Mohedano, Miquel Roca, Francisca Sauquillo y varios más. Sus recuerdos y valoraciones hacen muy estimable un documental que parece aspirar a tener el valor testimonial del Informe General de Pere Portabella (o al menos del segundo, el que dirigió hace cuatro años). Con un título un tanto extraño, la película de Pilar Pérez Solano es un encargo con motivo del 175 aniversario del colegio de abogados y eso explica la reivindicación de un gremio del que, en el coloquio que siguió a la proyección (con presencia de la directora y moderado por Javier Cuervo), Pedro de Silva cuestionó su protagonismo en la Transición democrática. A su juicio esa profesión era mayoritariamente franquista a finales de los sesenta. Así que el documental ha resultado tan interesante como el coloquio, sobre todo para quienes aquel tiempo es, antes que memoria histórica, memoria biográfica. De hecho, yo tenía catorce años y estaba en primero de BUP aquel lunes de enero en el que recuerdo en la radio nocturna la noticia de aquel atentado con el que 1977 comenzaba presagiando naufragios, aunque por fortuna terminó con unas Cortes constituyentes empeñadas en alcanzar consensos. En todo caso, lo mejor del documental no es el panegírico a la abogacía sino poder escuchar a algunos de esos políticos notables que, mientras hablan del pasado, nos dan también lecciones sobre el presente. Entre ellos Miquel Roca que, tras la sentencia del Tribunal Constitucional, escribía hace diez años en La Vanguardia un magnífico artículo titulado España tiene un problema y que en este documental dice algo tan sensato como que lo importante de la Constitución del 78 es la música con que se gestó (dialogante, pactista, incluyente...) y no una letra que debería cambiarse al ritmo de los tiempos. Seamos optimistas. Quizá este sea por fin el tiempo de hacerlo.