15 de noviembre de 2013. Cines Centro, 51º Festival de Cine de Gijón (sección oficial -fuera de concurso-). V.O.S.
Friederich es un joven y brillante ingeniero que en 1912 entra en una empresa siderúrgica. Su propietario es Karl Hoffmeister que en pocos meses lo convierte en su secretario personal y lo lleva a vivir a su mansión. Allí va creciendo su complicidad con Charlotte, la joven esposa de Hoffmeister, hasta que éste le pide que se traslade a México para dirigir una mina durante dos años. La guerra prolongará una separación que pondrá a prueba la promesa que los dos se habían hecho de retomar su amor al regreso.
Patrice Leconte preside este año el jurado del festival de Gijón. Por eso la inauguración se hace con esta última película suya que he podido ver en el pase previo. La historia está basada en Viaje al pasado, la novela de Stefan Zweig que Leconte lleva a la pantalla con un guión donde lo tácito es tan importante como lo dicho y lo que se dice evoca a veces lo implícito. Las imágenes del cine de Leconte tienen la fuerza de un 3D de los sentimientos (El marido de la peluquera, Monsieur Hire...). Aquí también es así. La película es un preciosista y sutil relato de un triángulo amoroso de época. Pero Leconte se permite romper esa estética con unos curiosos movimientos de cámara, a modo de pequeños reencuadres de las planos, que hacen algo más subjetiva la mirada y nos acercan a aquel mundo burgués de hace un siglo en Alemania.