15 de noviembre de 2013. Cines Centro, 51º Festival de Cine de Gijón (sección: Hong Sang-soo). V.O.S.
Dos amigos se reencuentran en un día de invierno. Uno vuelve de estudiar cine en Estados Unidos, el otro es profesor de arte en la universidad. Los dos comen juntos en un restaurante y recuerdan la relación que mantuvieron con una misma joven. Tras la comida deciden ir a verla. Finalmente pasarán la noche en su casa.
Este verano había visto en Madrid En otro país. Aquella película me dejó la mejor impresión del cine de Hong Sang-soo. Así que he recibido con mucho agrado el ciclo que le dedica estos días el festival de Gijón. Sin embargo, esta película no me ha interesado tanto. El desaliño que no me resultaba molesto en la anterior me confunde en esta historia triangular. Los saltos temporales me parecen abruptos y extraños. No entiendo la tensión con que se rompen algunas conversaciones, ni me resulta próximo el carácter de los personajes. Supongo que de eso se trata, de mostrar lo depredador (y patético) de cierta masculinidad poco recomendable. Pero no me parece suficiente para que la película me agrade. De momento me quedo con escenas como la del restaurante en que vemos perpendicularmente una conversación interrumpida por las propuestas simétricas de los dos amigos a la camarera, o esas mesas llenas de comida en las que el exceso (también de alcohol) parece ser el motor de algunas acciones. Singularidades de un director que hace hablar (mucho) a sus (pocos) personajes pero que hoy no me ha recordado a Rohmer. Confío en que las próximas películas me devuelvan las sensaciones que tuve con En otro país y me despejen la perplejidad con que he visto esta película tan aclamada.