22 de noviembre de 2013. Cines Centro, 51º Festival de Cine de Gijón (sección: Hong Sang-soo). V.O.S.
La madre de Haewon se va a vivir a Canadá y han quedado para verse en un restaurante. Haewon registra en su diario ese encuentro, el paseo posterior con ella, las conversaciones con un profesor casado con el que tiene una relación que quisiera terminar y las que tiene con una amiga que también tiene como amante a un hombre casado. Pero se queda dormida esperando a su madre. Mucho de lo que vemos quizá solo sean sus sueños.
Las primeras escenas son femeninas. Y me gustan mucho. El delicioso encuentro soñado con Jane Birkin parece confirmar mi hipótesis de lo bien que le sienta al cine de Sang-soo algún contrapunto occidental. Luego, los diálogos con la madre también me resultan interesantes. Así que los encuentros con los personajes masculinos llegan cuando ya estoy dentro del mundo Sang-soo. O fuera porque, según uno de los personajes, pasear es tan bueno como comer y esta película tiene bastantes diálogos en bancos, parques y senderos alejados de las mesas con comida y alcohol. Enmarcados estos encuentros en ese posible diario soñado, la historia gana en posibilidades interpretativas sin generar por ello perplejidad. Y eso me gusta.