5 de abril de 2016. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.
La madre muerta era una prestigiosa fotógrafa de guerra. El hijo mayor acaba de ser padre y vuelve a casa por unos días. El hijo adolescente no sabe que la madre se suicidó. El padre quiere decírselo pero la relación entre ellos es muy difícil. El reencuentro, con motivo de la preparación de una exposición póstuma, será una oportunidad para los tres.
El director de Oslo, 31 de agosto vuelve a ofrecernos un drama fragmentario en el que retrata con hondura los devastadores efectos de una ausencia bien presente en esas tres masculinidades. Aunque la historia parece centrarse más en el apasionado hermetismo del adolescente, el arranque sobre la incapacidad del hijo mayor para asumir su nueva condición y el descubrimiento final del padre de algunos secretos de su mujer aportan un interesante equilibrio a la película. Bien escrita, bien interpretada y con una atmósfera contenida de duelos no resueltos, El amor es más fuerte que las bombas confirma que Joachim Trier sabe retratar muy bien la forma en que supuran las heridas existenciales de unos personajes masculinos dañados a distintas edades.