2 de abril de 2016. Centro Niemeyer, IX Edición de Novocine, Avilés. V.O.S.
En Agosto de 1954 Getúlio Vargas se suicida. Lo hace al no encontrar otra salida ante las acusaciones de ordenar el asesinato de un opositor. Él no estaba al tanto, pero la emboscada ha sido organizada por colaboradores suyos. Poco a poco va perdiendo apoyos y al final todos le exijen que deje el cargo. Getúlio no quiere pasar a la historia asumiendo esa responsabilidad. Así que antes de dispararse en el corazón deja una carta con el testamento político de quien fue cuatro veces presidente de Brasil.
Dictador, revolucionario, golpista, líder populista, presidente democrático. Todo eso fue Getúlio Vargas, quizá el presidente que, hasta la llegada de Lula, había dejado más huella en la historia de Brasil. João Jardim nos presenta los últimos diecinueve días de su vida. Los de un asedio político que relata con la brillantez y la tensión de un buen thriller. Es una película sobre el poder, sobre la forma en que lo vive quien está en una posición agónica y crepuscular. Por eso, aunque la de Getúlio es una historia que les dirá mucho a los brasileños, también es una película más que interesante para quien ni siquiera conozca su nombre. Porque lo que cuenta, además de la intensa trama que lleva a un hombre a un callejón sin salida, es un elegante retrato sobre el ejercicio del poder desde el punto de vista de quien casi lo ha perdido.