20 de mayo de 2017. Cines Parqueastur, Corvera.
Sloane es una ejecutiva agresiva que trabaja en lobbies de Washington y utiliza todo tipo de medios para influir en los senadores. En este caso, para que aprueben una ley que haga posible un mayor control sobre el uso de las armas.
La interpretación de Jessica Chastain es magnífica. Su personaje (tan inteligente como ambicioso, tan amoral como perseverante, tan canalla como heroico) ya sostendría por si solo la película. Pero El caso Sloane tiene además un guión estupendo con diálogos muy ágiles y muy poco aptos para espectadores somnolientos. Y, por si fuera poco, plantea cuestiones tan interesantes como los desajustes entre los fines y los medios, la influencia de los lobbies en el poder legislativo estadounidense o las tensiones entre quienes siguen principios y los que defienden intereses. En España no tiene sentido intentar influir en los diputados y senadores. Salvo honrosas excepciones, aquí son muy poco autónomos y suelen seguir sin rechistar las directrices de quienes mandan en sus partidos o, en su caso, en los gobiernos. Así que los grupos de presión saben bien a quién deben dirigirse.