14 de enero de 2018. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
Estamos en un edificio de Sao Paulo ocupado por inmigrantes, refugiados y personas sin hogar. La organización es participativa y comprometida. La convivencia, cálida y respetuosa con la diversidad. La cuenta atrás para el violento desahucio los obliga a prepararse para defender ese espacio al que otros quieren ahora sacar rentabilidad.
Una película imprescindible de la que me quedo con dos nombres: Carmen (quizá Carmen Silva) y Lucía Pulido. La primera es la heroína que lidera esta comunidad utópica que tiene algo de la arcadia feliz. La segunda es una colombiana a la que vemos cantar apenas uno o dos minutos y de la que ya estoy buscando algún disco para volver a escuchar su hermosa voz. Hotel Cambridge tiene mucho que ver con Edificio España, la película de Victor Moreno que, mostrando la demolición interior de ese emblemático hotel madrileño, nos hablaba de la del propio país. Y también con Habitar la utopía, de Mariano Agudo, que situaba en una corrala sevillana una historia heroica y triste muy similar a la de este edificio paulista. Y es que Hotel Cambridge nos habla de cuestiones que, como el derecho a un hogar y la convivencia en la diversidad, no son solo brasileñas. Y lo hace con la apariencia de un documental naturalista de factura incidental, pero que contiene más poesía e inteligencia (en el guión, en la manera de poner la cámara y en el montaje) que muchas películas que reciben premios por ello. Así que, además de su pertinencia temática, los valores éticos y cinematográficos de esta película hacen que haya sido un acierto traerla al Niemeyer en el marco de la VI Muestra de Cine Social y Derechos Humanos que tiene lugar durante este mes en Asturias.
Una película imprescindible de la que me quedo con dos nombres: Carmen (quizá Carmen Silva) y Lucía Pulido. La primera es la heroína que lidera esta comunidad utópica que tiene algo de la arcadia feliz. La segunda es una colombiana a la que vemos cantar apenas uno o dos minutos y de la que ya estoy buscando algún disco para volver a escuchar su hermosa voz. Hotel Cambridge tiene mucho que ver con Edificio España, la película de Victor Moreno que, mostrando la demolición interior de ese emblemático hotel madrileño, nos hablaba de la del propio país. Y también con Habitar la utopía, de Mariano Agudo, que situaba en una corrala sevillana una historia heroica y triste muy similar a la de este edificio paulista. Y es que Hotel Cambridge nos habla de cuestiones que, como el derecho a un hogar y la convivencia en la diversidad, no son solo brasileñas. Y lo hace con la apariencia de un documental naturalista de factura incidental, pero que contiene más poesía e inteligencia (en el guión, en la manera de poner la cámara y en el montaje) que muchas películas que reciben premios por ello. Así que, además de su pertinencia temática, los valores éticos y cinematográficos de esta película hacen que haya sido un acierto traerla al Niemeyer en el marco de la VI Muestra de Cine Social y Derechos Humanos que tiene lugar durante este mes en Asturias.