12 de enero de 2019. Cines Groucho, Santander.
Dos hermanas se reencuentran en La quietud, la finca a la que también vuelve su padre en estado vegetativo. La reconstrucción de una relación fraternal que es casi amorosa y el descubrimiento filial de una verdad familiar sobre los manejos en tiempos de la dictadura coincide con este momento difícil en el que las dos hermanas están perdiendo al padre.
Hay tres películas en esta nueva historia de Trapero. La sentimental sobre esas dos hermanas tan fascinantes, la política sobre ese vergonzante secreto familiar y la del retrato social sobre la naturalidad con que se saben seguras las élites argentinas. La primera es la que más me gusta. También me interesa bastante la tercera (como ese magnífico retrato de las clases emergentes de los noventa en las afueras de Buenos Aires que hizo Claudia Piñeiro en su estupenda novela Las viudas de los jueves). Sin embargo, la trama política de esta historia me resulta menos interesante. Quizá haya demasiada quietud para que quede claro lo se que pretende con ella.