20 de mayo de 2013. Cines Marta, Avilés.
Steve trabaja en una compañía que busca terrenos para extraer gas natural por fracturación hidráulica. Su tarea es convencer a los propietarios para que firmen los contratos de explotación de sus tierras. La llegada de un ecologista a la población que recorre ahora se lo está poniendo difícil. Pero las cosas no son como parecen.
Al principio se hace extraño que el bueno de esta película sea este Matt Damon que hace de comercial de los malos. Cuando aparece el ecologista y desvela los riesgos de ese negocio su confundido personaje parece quedar a la deriva. Pero un hábil giro del guión, que deja malparado al supuesto ecologista, le permite cambiar de bando y recuperar el protagonismo de la historia. Al final, la actitud del personaje de Matt Damon (y la del propio actor, que es también productor y guionista de la película) acaba recordando a la de aquel jefe Seattle que también defendía, como si no fueran suyas, las tierras de sus antepasados.
Al principio se hace extraño que el bueno de esta película sea este Matt Damon que hace de comercial de los malos. Cuando aparece el ecologista y desvela los riesgos de ese negocio su confundido personaje parece quedar a la deriva. Pero un hábil giro del guión, que deja malparado al supuesto ecologista, le permite cambiar de bando y recuperar el protagonismo de la historia. Al final, la actitud del personaje de Matt Damon (y la del propio actor, que es también productor y guionista de la película) acaba recordando a la de aquel jefe Seattle que también defendía, como si no fueran suyas, las tierras de sus antepasados.