jueves, 5 de septiembre de 2013

Elysium

de Neill Blomkamp. EE.UU., 2013. 109’. 
4 de septiembre de 2013. Parqueastur, Corvera.

En 2159 la distancia entre los pobres y los ricos es tan grande que la miseria llena la Tierra y la minoría opulenta vive en Elysium, un satélite artificial vedado para el resto. Max cumplirá la promesa infantil que le hizo a su amiga Frey y acabará con la injusticia de ese mundo escindido.

El patio trasero del capitalismo es ahora el planeta entero. Y habla español en esta película. En Distrito 9 eran alienígenas los que vivían confinados en Sudáfrica. Aquí es la humanidad (casi) entera la que vive recluida en un planeta devastado. La espectacularidad de las imágenes de ese mundo basura es simétrica a la de ese paraíso orbital con formas kubrickianas. Es verdad que los mamporros de la parte final y el heroismo de Matt Damon salvando a la hija de su amada se corresponden con lo que cabe esperar del cartel. Pero el conjunto de la película se hace muy grato, tanto por lo que muestra como por sus intenciones. Acostumbrados a que el cine de superhéroes sea republicano se agradece este asalto demócrata al cine de acción. "Para que no olvides nunca de dónde vienes" le dice la monja latina al Max niño, y también podría decírselo a Obama. Por lo demás, Christine Lagarde está estupenda en el papel de esa perversa Jodie Foster. Perdón, es al revés (en qué estaría yo pensando). Y apetece aplaudir ese final reparador en el que la sanidad vuelve a ser pública tras la derrota de ese mundo obsceno en el que la medicina, de puro privada, se ha convertido en doméstica (una pesadilla que algunos quisieran ver realizada aquí). ¡Matt vente pa'España!