14 de septiembre de 2013. Parqueastur, Corvera.
Una familia española inspirada en el cine. Siete novias para siete hermanos era para el padre el modelo de felicidad familiar. Y casi lo alcanza con la suya. La boda del quinto hijo el día en que la selección española juega la final del mundial pone a prueba a este equipo tierno e hilarante.
El título, el cartel, el trailer, la boda, el fútbol... Todo hacía esperar lo peor de esta película. Pero el recuerdo de la notable Azuloscurocasinegro me animó a ver una historia de la que temía que pudiera ser rosa pálido casi fucsia. Pero no. Daniel Sánchez Arévalo hace un excelente trabajo en ese género tan difícil que es la comedia. Y consigue sortear todos los riesgos que supone apostar (además) por hacer comedia tierna. Un guión excelente, unos personajes creíbles (todos están estupendos, pero Roberto Álamo borda ese delicioso niño grande que tanto bien le hace a la película) y unas historias bien hilvanadas (con momentos memorables como las explicaciones intercaladas de los tres ladrones o las confesiones paralelas de los dos novios) colocan a esta película en la mejor tradición de la comedia española. No será fácil que se entienda fuera (el doblaje o los subtítulos la traicionarían), por eso no deberían perdérsela quienes piensan aquí que las buenas comedias comerciales nunca son españolas. Un prejuicio tan injusto como el que yo tenía por el título, el cartel, el trailer, la boda, el fútbol...
El título, el cartel, el trailer, la boda, el fútbol... Todo hacía esperar lo peor de esta película. Pero el recuerdo de la notable Azuloscurocasinegro me animó a ver una historia de la que temía que pudiera ser rosa pálido casi fucsia. Pero no. Daniel Sánchez Arévalo hace un excelente trabajo en ese género tan difícil que es la comedia. Y consigue sortear todos los riesgos que supone apostar (además) por hacer comedia tierna. Un guión excelente, unos personajes creíbles (todos están estupendos, pero Roberto Álamo borda ese delicioso niño grande que tanto bien le hace a la película) y unas historias bien hilvanadas (con momentos memorables como las explicaciones intercaladas de los tres ladrones o las confesiones paralelas de los dos novios) colocan a esta película en la mejor tradición de la comedia española. No será fácil que se entienda fuera (el doblaje o los subtítulos la traicionarían), por eso no deberían perdérsela quienes piensan aquí que las buenas comedias comerciales nunca son españolas. Un prejuicio tan injusto como el que yo tenía por el título, el cartel, el trailer, la boda, el fútbol...