10 de junio de 2016. Cines Parque Principado, Lugones.
El enigma de El Bosco y los de El jardín de las delicias. Hay algunas pinceladas sobre quién pudo ser el primero y muchas reflexiones sobre los significados del segundo. También hay recreaciones históricas, planos de detalle de ese y otros cuadros. Pero sobre todo hay comentarios, muchos comentarios fascinados y fascinantes. Los de los artistas, escritores, músicos, críticos y expertos que comparten su mirada ante la obra infinita que motiva esta película.
La gran exposición de este verano en El Prado. La que conmemora el quinto centenario de la muerte del pintor y explica este estupendo documental que anima a visitarla. Estoy seguro de que tras verla será inevitable comprar la película para volver a escuchar sus comentarios sobre esta obra intemporal y apabullante. Ayer disfrutaba en Francofonía con las pretensiones holísticas del singular soliloquio de Sukorov sobre el arte y la historia. Hoy José Luis López Linares nos regala esta lección más que plural sobre historia del arte con las voces de un buen número de espectadores ante los enigmas de esas decenas (casi centenares) de personajes desnudos que hacen tan magnético a ese tríptico. La película no pretende exponer ni contraponer tesis. Tampoco privilegiar otra hermeneútica que la de las miradas múltiples y fascinadas. Es el mejor homenaje a una obra en la que solo Jesús y el diablo nos miran mientras miramos y admiramos esa ventana triple que El Bosco abrió al mundo. O al mundo de los sueños.