6 de octubre de 2013. Parqueastur, Corvera. 3D
A seiscientos kilómetros de la Tierra tres astronautas hacen tareas rutinarias de mantenimiento alrededor de una estación orbital. De repente, una lluvia de fragmentos de basura espacial destroza la nave. Solo sobreviven una ingeniera que no parece tener motivos para regresar a la Tierra y un veterano astronauta que no la deja a la deriva.
Aunque solo fuera por las imágenes en 3D de la Tierra desde la estación orbital, ya merecería la pena ver una película en la que la belleza de lo que se muestra es comparable al vértigo de una ingravidez que casi se siente. Pero, además, la lucha por sobrevivir en ese espacio etéreo da pie a una historia de ciencia-ficción tan emocionante como realista y cercana. Acostumbrados a la espectacularidad de los efectos especiales y sus avatares, Cuarón tenía difícil sorprendernos. Sin embargo sus fascinantes efectos espaciales casi recuerdan la sorpresa que supusieron los de Kubrick. En la dimensión intimista que también tiene la película, Sandra Bullock y George Clooney componen unos personajes complementarios que convierten esta Gravity en la historia de una pareja que se atrae en los confines de nuestro espacio y de su tiempo. Él es un ángel de la guarda que primero la rescata y luego la salva en una escena onírica de la que ella saca la fuerza para superar su pasado y regresar a la Tierra. Al final ella nota el peso de la gravedad terrestre y nosotros sentimos dejar de disfrutar con la levedad de la celeste.