22 de enero de 2014. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. V.O.S.
Ella es Geni. Ha tenido un grave accidente que le ha dejado secuelas. Su cojera es bien visible. También su incapacidad para retomar su vida anterior. El reencuentro con Mariana, una amiga de la adolescencia, le hace plantearse la posibilidad de huir hacia una nueva vida.
En Tres días con la familia Mar Coll hizo un magnífico retrato de la (in)estabilidad familiar con una muerte previa como detonante de la historia. Aquí es un accidente anterior el que también motiva el naufragio vital de esa Geni que intuimos radicalmente distinta a la que debió ser. Es, por tanto, la historia de una mujer descarrilada. Alguien cuya vida seguía un camino definido (bien lejano del de esa Mariana nómada) que ahora no puede continuar. Pero no es solo una historia sobre las minusvalías físicas o psíquicas que de repente podrían cambiar la vida de cualquiera. Es también una crónica de ese extrañamiento vital que cualquiera puede sentir con solo pensar en las posibilidades que su vida ha ido descartando. El personaje a la deriva de Geni (magnífica Nora Navas), su relación con Mariana y las pinceladas con que Mar Coll define tan bien a esa familia catalana hacen que Todos queremos lo mejor para ella no defraude a quienes no hemos olvidado la intensidad de aquellos Tres días con la familia.