9 de diciembre de 2017. Cines Boliche, Barcelona. V.O.S.
En 2006 están teniendo lugar en Saint Andrews las negociaciones de paz para Irlanda del Norte. En ellas participan dos enemigos irreconciliables: el líder del Sinn Fein Martin McGuinness y el clérigo unionista Ian Paisley. El viaje que los dos compartieron a solas hacia el aeropuerto pudo ser determinante para la solución de aquel largo conflicto.
El viaje cuenta cómo pudieron ser los momentos compartidos en aquella furgoneta. Nada de lo que se dice en esta película nos resulta ajeno en un país en el que el terrorismo también formó parte de la agenda política. Por lo demás, la lección que contiene sobre la necesidad de hablar con el adversario (y hasta con el enemigo) para afrontar los retos del futuro y de renunciar a sacar provecho a los rencores del pasado, hacen que El viaje tenga un significado muy especial vista en Barcelona en este otoño crispado en el que el número 155 ha dejado de identificar un artículo constitucional para convertirse en un fetiche irracional. Por otra parte, la presencia de Tomothy Spall y de Colm Meaney hacía imprescindible ver esta película. Y, como era de esperar, ninguno de los dos defrauda.