9 de diciembre de 2017. Cine Zumzeig, Barcelona. V.O.S.
Un director de cine que busca figurantes para una película, un productor que podría financiarla y una esposa que querría protagonizarla. Todo entrecortado, muy crispado y sin ningún sentido.
¿Qué necesidad había? Si esta bobada no se había visto en las salas en treinta años por algo sería. Pero el título provocador, la presencia en festivales (por ejemplo, en el de Gijón) y unas críticas rendidas religiosamente al nombre propio de su perpetrador nos han animado a ver esta cosa estridente que solo tiene algo salvable: que permite tomar conciencia de lo mucho que ha cambiado la relación entre las personas a la vista de las maneras abruptas y machistas que parecen normales e hilarantes en esta estupidez firmada por Godard. Grandeza y decadencia... parece dar argumentos a la imagen que de él nos presentaba Michel Hazanavicius en Mal genio.