25 de noviembre de 2019. Cines Parque Principado, Lugones.
En el secarral español de los años cuarenta, un niño valiente huye de un capataz canalla. El niño solo tendrá la ayuda de un cabrero pero al perseguidor le sobran secuaces. Al final habrá un duelo al sol en versión ibérica.
Según la recuerdo, la fuerza de la novela de Jesús Carrasco estaba en el relato de una huída crudísima por tierras extremeñas desde la perspectiva de un niño. Sin embargo, Benito Zambrano nos tiene muy al tanto de la persecución y del perverso talante de los malos. Así que esa película seca, existencial y sobrecogedora que uno imaginaba leyendo la novela se ha convertido aquí en algo mucho más obvio. Tanto que hasta el lenguaje de muchos personajes está convenientemente adaptado para que resulte apto para los públicos urbanos. Y es una lástima porque en Intemperie había mimbres para una magnífica película. Aunque viendo esos créditos iniciales en los que el Grupo Planeta se encarga de aclarar que la novela que publicó Seix Barral les pertenece a ellos y después de comprobar que no hay ninguna referencia a las tierras extremeñas que daban sentido a la historia está claro que los intereses de la producción han debido ser más importantes que la calidad del resultado. Una lástima.