de Diego Moncada. Bolivia,
2020. 77’.
23 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: tierres en trance). Filmin.
Chaco es el contrapunto perfecto de La hamaca paraguaya, aquella magnífica película de Paz Encina sobre una pareja de ancianos que esperaban el regreso del hijo de aquella guerra. Es igual que esta película hable de la guerra del Chaco desde el lado boliviano y aquella lo hiciera desde el paraguayo. Con el conflicto armado en fuera de campo (en aquella aún más que en esta) las dos se centran en los dramas vitales de quienes sufrieron las consecuencias. La historia de aquella guerra y la que los paraguayos libraron setenta años antes contra la Triple Alianza, las conozco más desde el lado paraguayo. Y de algún modo ambas siguen dejando su huella entre los habitantes de ese país ubicado en la tierra sin mal de los guaraníes y en el que, quizá por aquel holocausto masculino de hace siglo y medio, tiene su mejor activo en la tenacidad y el empuje de sus mujeres. Lástima que sus gobiernos y los de su entorno hayan estado casi siempre a cargo de esos machos salvajes que aún son recordados en plazas y panteones.