de Radu Jude. Rumanía,
2020. 128’.
25 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: albar). Filmin. V.O.S.
En 1981 un adolescente rumano llamado Mugur Călinescu que escuchaba Radio Europa Libre escribió con tiza por las noches mensajes críticos con el régimen de Ceauscescu. La Securitate dio con él lo espió, lo interrogó pocos años después murió. El acceso a los archivos de aquella policía temible permite rescatar lo que él hizo y lo que hicieron cón él.
Imágenes televisivas de aquella época se intercalan con testimonios frontales de actores que interpretan a los protagonistas de aquellos hechos. Esa secuencia binaria se mantiene durante las dos horas largas que dura la película, algo que probablemente resultará menos tedioso para los rumanos que para los demás. De hecho, aunque me doy cuenta de que todo lo que se muestra es patético, los videos de propaganda televisiva que a los rumanos seguramente les parecerán entre surrealistas e hilarantes a mi me resultan a veces enternecedores por su ingenuidad. La parte hecha para esta película parece el trasunto de la obra de teatro en que se inspira. Y aunque eso no es un defecto, al final el dispositivo acaba resultando un tanto rígido y hierático. En eso acaba recordando también las maneras de aquel régimen detestable que se crítica en la película.