de Fernanda Valadez. México, 2020. 99’.
15 de noviembre de 2020. 46º Edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva (sección: Sismos). Filmin.
Una tragedia griega en tierras de México. El viaje de una madre en busca de un hijo que terminará con una verdad insoportable. Es el primer largometraje de Fernanda Valadez y parece imposible. La arquitectura del guión, el trabajo de los actores, el ritmo perfecto de la historia, la terrible belleza de las imágenes, el cuidado del sonido, la sutileza en todos los instantes (por ejemplo, la de traducir con imágenes y no con subtítulos las palabras del hombre que le cuenta a la madre lo que sucedió) y hasta la aparición del demonio (pienso en el Reygadas de Post Tenebras Lux) son un despliegue de buen hacer y experiencia que parecen propios de cineastas superlativos y no de quien nos ofrece su primer largometraje, como es el caso de esta extraordinaria película. La magnífica historia de Fernanda Valadez me ha hecho pensar en tragedias clásicas en el mundo contemporáneo como las del gran Wajdi Mouawad (por cierto, en la sección de cortometrajes nacionales se podrá ver a partir del martes Incendios, más allá del teatro, el documental que hizo Alex García sobre aquel montaje memorable de Mario Gas). Sin señas particulares ha sido premiada en Morelia, en Sundance, en San Sebastián y seguramente seguirá cosechando reconocimientos bien merecidos. Creo que tendrá distribución en España y eso será una buena noticia para nuestro cine, para el excelente cine que se hace en español.