15 de diciembre de 2016. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
La hija de una familia francesa amante del country desaparece. Se ha ido con su novio musulmán y no tiene intención de volver a casa. Pero el padre y el hermano no dejarán de buscarla durante años por diversos países.
Por el tema podría haberse convertido en una película llena de tópicos sobre la abducción de una adolescente por el integrismo islámico. Sin embargo, el aliento inspirador de Centauros del desierto hace que la historia se sitúe de forma muy equilibrada entre el impecable drama familiar y una aproximación nada maniquea a un tema sociopolitico complejo pero bien modulado con leves alusiones a los atentados de Nueva York, Madrid y Londres como hitos que jalonan el relato. La impecable caracterización de los personajes (el padre es un verdadero cowboy de maneras rudas), un guión bien estructurado con simetrías muy acertadas entre las dos partes de la historia y escenas tan sobresalientes como la del encuentro final de los hermanos hacen de Mi hija, mi hermana una película más que interesante.