18 de diciembre de 2016. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
Seis hombres griegos en un barco de recreo. Pescando, descansando y jugando. Por ejemplo, a un juego que han inventado. El de decidir cuál es el mejor hombre a partir de pruebas o medidas que ellos mismos deciden. Cada uno anota en un cuaderno su valoración sobre los demás. Cuando termine el juego y dejen el barco, el ganador llevará el anillo del mejor hombre.
Entre ingenuos, surrealistas y naturales. Así son los diálogos de esta extraña película sobre esos seis personajes (acompañados por la tripulación) que se ponen a prueba en ese barco de recreo. Hay relaciones diversas entre ellos, pero no acabamos de tener claro si esos días en el mar corresponden al plan de ocio de un grupo de amigos o a una de esas actividades de cohesión grupal que están tan de moda en muchas empresas. Lo cierto es que con esos diálogos tan frescos, lúcidos y disparatados en el singular entorno aislado de un barco casi de lujo, Athina Rachel Tsangari ha conseguido que Chevalier resulte una película tan extraña como cautivadora.