4 de diciembre de 2016. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
Imágenes y sonidos desde dentro de un carguero. En puertos nocturnos, en el mar abierto, en los tanques de graneles, en las salas de máquinas. Una megamáquina parsimoniosa que parece de otro mundo.
Planos fijos bien medidos. Ruidos navales que devienen una música extraña y pertinente. Vemos a humanos trabajando como seres muy lejanos. Luego los oímos hablando con sus familias a miles de kilómetros. El planteamiento de Mauro Herce es similar al de Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel en Leviathan. Quizá menos áspero y más elegante. Pero también muy exigente para el espectador que no entre en el juego hipnótico de las poderosas imágenes y sonidos que lleva dentro este carguero.