9 de noviembre de 2017. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
La relación de Gloria con su novio se ha deteriorado. Él le reprocha que beba y que lleve una vida indolente. Así que deja Nueva York y regresa a la ciudad en la que nació. Allí comienza a trabajar en el bar de un amigo de la infancia. La cosa se complica cuando un inmenso monstruo y un megarobot aparecen en Seúl con los mismos movimientos que Gloria y su jefe hacen en el pequeño parque en que les sucedieron algunas cosas cuando eran niños.
Una fábula doble. Por un lado, una historia sobre una mujer vulnerable que se debate entre el juicio constante de su pareja neoyorquina y la presión de quien fue un amigo desleal en la infancia. Por otro, la contienda de esos megamonstruos que aterrorizan a los coreanos y que a ella le permitirán al final (lo mejor de la película) ajustar cuentas y liberarse. Hay un tercer hombre que no la presiona y con el que quizá Gloria podría tener una vida que hiciera honor a su nombre.