domingo, 29 de septiembre de 2013

Las brujas de Zugarramurdi

de Álex de la Iglesia. España, 2013. 112’.
28 de septiembre de 2013. Parqueastur, Corvera.


Dos parados y un niño que acaban de asaltar un "Compro Oro" en la Puerta del Sol huyen hacia Francia con un taxista y uno de Badajoz. Les persiguen la ex mujer de uno de ellos y dos policias. Todos acaban en Zugarramurdi, un pueblo navarro en el que unas brujas preparan un akelarre. Con ellos.

Son todas unas brujas. Ese es uno de los hilos conductores de este nuevo ejercicio de humor/terror trepidante de Alex de la Iglesia. Porque Las Brujas de Zugarramurdi es, entre otras muchas cosas, una película de género. Mejor dicho sobre género (femenino). Los reproches, los temores y los deseos de ellos hacia ellas articulan un guión hilarante desde el genial atraco madrileño hasta la llegada a Zugarramurdi. Pero allí son ellas, las muy brujas, quienes se desquitan en uno de esos finales barrocos a los que Alex de la Iglesia nos tiene acostumbrados. La redención ceremonial corre a cargo de una inmensa Venus de ‪Willendorf‬  que, con empaque de King Kong, se come al niño y lo pare de nuevo para hacerlo más andrógino y más hijo de bruja. Así que Alex de la Iglesia vuelve a hacerle mucho bien a la taquilla del cine español, a lo políticamente incorrecto y hasta al turismo navarro.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Kon-Tiki

de Joachim Rønning y Espen Sandberg. Noruega, 2012. 118’.
27 de septiembre de 2013. Cines Los Prados, Oviedo.


Thor Heyerdahl sostenía que los primeros habitantes de la Polinesia llegaron desde América. Para demostrarlo, en 1947 viajó en una balsa desde Perú a merced de vientos y corrientes.

Casi a la deriva fue el viaje de esos aventureros. Y también las dos horas de esta película. Pasan cosas, pero no impresionan.  Al lado del fantástico viaje de La vida de Pi o de la emoción que promete la desventura de Robert Reford en Cuando todo está perdido (hoy hemos visto el trailer), las aventuras de estos noruegos parecen destinadas a la sobremesa televisiva dominical.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Rush

de Ron Howard. EE.UU., 2013. 123’. 
21 de septiembre de 2013. Parqueastur, Corvera.

Dos pilotos rivalizando en su forma de entender la vida y las carreras de coches. Desde sus comienzos en la Fórmula 3 hasta el inolvidable campeonato de 1976. 

Arriesgarlo todo sin miedo a la muerte. Trabajar obsesivamente en busca de la perfección. Si habláramos de toros ya tendríamos el nombre: José Tomás. En el mundo de la Fórmula 1 hacen falta dos: James Hunt y Niki Lauda. El primero comparte con el torero la tendencia a exponerse sin límites y a hacer de ello un modo de vida. El segundo, la tenacidad y la capacidad para sobreponerse al dolor. Acentuando esos rasgos, Ron Howard consigue que el mundo de las carreras de coches muestre perfiles épicos. Aunque el tema no me atrae, la película (me) interesa porque lo que cuenta está en un lugar intermedio entre la memoria (la mía) y la historia (los icónicos años setenta). Una fotografía con colores saturados y un montaje con olor a gasolina aportan el ambiente adecuado para evocar la pugna entre el guapo inglés (casi latino) y el cerebral austriaco (casi germano). Sin quitar méritos a Chris Hemsworth, es Daniel Brühl quien destaca en este duelo ambiguo que no acaba de definirse como la historia del piloto del rostro quemado o la de su rivalidad con el guapito de cara.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Jobs

de Joshua Michael Stern. EE.UU, 2013. 122’.
20 de septiembre de 2013. Cines Los Prados, Oviedo.

La vida de Steve Jobs. Desde el garaje juvenil en que reunió a sus primeros apóstoles hasta su resurrección y la de Apple (valga la redundancia) a comienzos de este siglo.

Muchos piensan que Apple es una religión. Y debo confesar que soy practicante. Esta reseña está escrita con un MacBook Air que me acompaña felizmente desde hace casi seis años. Mi teléfono es un iPhone que hoy estrena iOS 7 (Ángela ya lo puso en el suyo el jueves). Y ahora mismo está actualizándose el iPad en el que evalúo a mis alumnos, leo los periódicos y hago muchas otras cosas a diario. Así que mi juicio sobre la película puede no ser objetivo. El tipo que inspira al personaje siempre me atrajo y el actor lo clava. Suscribo su fanatismo creativo y su desprecio por las inercias. Comparto su idea de que la tecnología debe hacerse transparente para las personas y facilitarles la vida, no obstaculizarla con esas opacidades elitistas en las que muchas veces caen quienes detestan el mundo Apple (incluso algunos de los que invocan códigos libres pero practican el hermetismo vital). Así que he disfrutando bastante con las dos horas de este biopic. Reconozco que el personaje (y quizá la persona) tiene su parte antipática, en eso la película no es nada apologética. Soy consciente de que, para alguien que no sepa que Facebook es más que un libro de rostros y Apple más que una manzana (¿existirá ese ser?), la película de Fincher es, obviamente, mejor que esta. Pero no comparto las duras críticas que he leido sobre Jobs. Seguramente me puede el prejuicio favorable, pero quizá también les esté influyendo el contrario a quienes desprecian esta biografía del profeta. ¿Temerán los efectos de morder la manzana?

viernes, 20 de septiembre de 2013

Clip

de Maja Limos. Serbia, 2012. 100’.
19 de septiembre de 2013. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Jasna graba con su móvil instantes de su vida cotidiana. La de su casa (con un padre enfermo y una madre superada), la de su instituto (con aulas destartaladas y ambiente desolador) y la que comparte con sus amigos (con mucho sexo, muchas drogas y mucha degradación).

La cámara (la de Jasna y la de Maja Limos) nos lleva a vivir los días y las noches de una juventud cutre en una Serbia que también lo parece. Y se hace muy pesado. Hay voluntad de provocación juvenil (mucho sexo explícito, mucho gallito serbio, mucho machismo extremo) pero el resultado refuerza prejuicios viejos (la juventud está echada a perder, solo piensan en la droga y el sexo). No sé si esta bofetada resultará catártica para los serbios, pero desde fuera viene a confirmar otro prejuicio sobre ellos: lo mucho que cultivan la semilla del diablo. Por lo demás, este acercamiento etológico y pretendidamente naturalista a la adolescencia aporta poco nuevo al tema. La historia solo apunta algo de valor en el contraste entre esa Jasna salvaje y un entorno familiar al que es completamente refractaria. Con esta película se cierra una trilogía en femenino singular que (sin anunciarse como tal) ha dominado el cine de septiembre en el Niemeyer. La más explícita en el título ha sido indudablemente la mejor: Joven y alocada es una joya al lado de la cual Tiny Furniture parece bisutería. Este Clip se queda en eso, en una serie de clips bastante cutres.

lunes, 16 de septiembre de 2013

El viejo Rock

de Pablo Sánchez Blasco. España, 2013. 85’.
15 de septiembre de 2013. Centro Niemeyer, Avilés.


Rock Hudson vendría a visitar a su padre, un anciano que vivía en un asilo de Pravia. La indagación sobre esta historia de los años setenta acaba relacionando a Braulio García, el supuesto padre del actor, con Emilio Pendás, otro vecino de su pueblo que también estuvo en Tampa y sabía de la importancia de coleccionar historias.

Aquella leyenda urbana sirve de base a este interesantísimo documental que es todo un homenaje a la memoria, a las historias y al arte de saber contarlas. El foco parece ser local (Pravia) y familiar (el entorno de Braulio, y luego el de Emilio), pero la película va hilvanando temas e historias con una libertad y una pertinencia espléndidas. El cine del oeste, la monarquía asturiana, la guerra civil, la emigración a América o el despoblamiento rural son tan centrales en este documental como la extraña historia del anciano que decía ser el padre del famoso comisario McMillan. La película está llena de deliciosos testimonios magníficamente dosificados en un relato poliédrico cuyas derivas multiplican el interés del espectador. Pablo Sánchez Blasco y Pedro del Río, el productor de la película, han elegido el Niemeyer para estrenarla. Con la modestia de los artesanos la presentaron brevemente y después de la proyección respondieron a las preguntas del público. El aplauso final fue muy sentido y ojalá sea premonitorio del éxito que merece tener este documental asturiano. Al salir del cine me acordé de otra historia que se cuenta en el pueblo de mi padre. Le llamé por teléfono y me refrescó algunos detalles: Jacques Chirac, el que fuera alcalde de París y presidente de la republica francesa, era en realidad hijo de Isidra y nieto de Dimas Marín (que había sido, por cierto, uno de los últimos de Filipinas). Sus orígenes están, por tanto, en El Cerro, un pequeño pueblo del sur de Salamanca. Otra historia que merecería ser investigada.

domingo, 15 de septiembre de 2013

La gran familia española

de Daniel Sánchez Arévalo. España, 2013. 101’.
14 de septiembre de 2013. Parqueastur, Corvera.

Una familia española inspirada en el cine. Siete novias para siete hermanos era para el padre el modelo de felicidad familiar. Y casi lo alcanza con la suya. La boda del quinto hijo el día en que la selección española juega la final del mundial pone a prueba a este equipo tierno e hilarante.

El título, el cartel, el trailer, la boda, el fútbol... Todo hacía esperar lo peor de esta película. Pero el recuerdo de la notable Azuloscurocasinegro me animó a ver una historia de la que temía que pudiera ser rosa pálido casi fucsia. Pero no. Daniel Sánchez Arévalo hace un excelente trabajo en ese género tan difícil que es la comedia. Y consigue sortear todos los riesgos que supone apostar (además) por hacer comedia tierna. Un guión excelente, unos personajes creíbles (todos están estupendos, pero Roberto Álamo borda ese delicioso niño grande que tanto bien le hace a la película) y unas historias bien hilvanadas (con momentos memorables como las explicaciones intercaladas de los tres ladrones o las confesiones paralelas de los dos novios) colocan a esta película en la mejor tradición de la comedia española. No será fácil que se entienda fuera (el doblaje o los subtítulos la traicionarían), por eso no deberían perdérsela quienes piensan aquí que las buenas comedias comerciales nunca son españolas. Un prejuicio tan injusto como el que yo tenía por el título, el cartel, el trailer, la boda, el fútbol...

viernes, 13 de septiembre de 2013

Tiny Furniture

de Lena Dunham. EE.UU., 2010. 98’.
12 de septiembre de 2013. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Aura vuelve a vivir en casa de su madre. Regresa a Manhattan después de haber terminado con su novio y con sus estudios en Ohio. Su madre es una artista de éxito y a su hermana le espera un futuro prometedor. Nada que ver con ella, que siempre hace lo que no debe.

Parece una comedia de chicas, pero acaba siendo un pequeño drama sobre una vida (que se sabe) vulgar. Un patito feo que ni siquiera inspira compasión. La actriz es también la directora de la película. El resultado no es mucho mejor que la vida de la protagonista.

martes, 10 de septiembre de 2013

Cruce de caminos

de Derek Cianfrance. EE.UU., 2012. 140’.
9 de septiembre de 2013. Parqueastur, Corvera.

Un motorista de feria descubre que tiene un hijo. Su deseo de cuidarle y de recuperar a su madre le lleva a atracar bancos. La vida de un policia cambia tras el encuentro con el atracador. A partir de entonces mira de otro modo a su hijo. Quince años después dos adolescentes entablan relación. El padre de uno de ellos ha hecho una brillante carrera política. El otro no sabe quién fue su padre.

Tras la magnífica Blue Valentine tenía ganas de ver The place beyond the pines, la nueva película de Derek Cianfrance que aquí han titulado de modo innecesariamente interpretativo. Aunque esta tercera película (segunda que vemos en España) no tenga la intensidad emocional de aquella joya, es evidente que Cianfrance sabe hacer cine mayúsculo. No solo por el virtuosismo que demuestra desde el primer plano-secuencia o por su capacidad para provocar emociones con casi nada (el bebé comiendo su primer helado, la foto de una familia imposible...), sino también porque se atreve a sorprender con su manejo del tiempo. En Blue Valentine contaba en paralelo los dos tiempos del amor. En Cruce de caminos coloca en serie tres mediometrajes que ya serían poderosos aunque sus historias no estuvieran relacionadas. Ha cambiado el coche por la moto, pero Ryan Gosling vuelve a ser el de Drive. Atreverse a dejar al espectador sin él en medio de la película demuestra que Cianfrance es capaz de riesgos que parecían reservados a maestros como Hitchcock. Por lo demás, Eva Mendes y Craig Van Hook están también magníficos. Pero no puedo dejar de destacar a Ben Mendelsohn que borda el personaje, aparentemente menor, de ese ángel de la guarda con forma de pobre mecánico que conectará lo mejor de un padre y un hijo cuyos caminos nunca llegaron a cruzarse.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Mud

de Jeff Nichols. EE.UU, 2012. 130’.
8 de septiembre de 2013. Cines Los Prados, Oviedo.

En una isla del Mississippi, Ellis y Neckbone descubren una barca suspendida en un árbol. Allí se esconde Mud, un fugitivo que ha regresado para encontrarse con un amor por el que llegó a matar en el pasado. Con la ayuda de esos chicos logrará que la barca (y su vida) regrese al río.

Se podía esperar mucho de Jeff Nichols tras su magnífica Take Shelter, el impresionante relato sobre el pánico autodestructivo de una mente (o un mundo) en zozobra. Y con Mud no defrauda. Los afanes por devolver al río un barco extrañamente varado conectan unas vidas marcadas por el pasado (Mud) y temerosas del futuro (Ellis). La película puede ser vista como un magnífico relato de iniciación adolescente o como un interesante thriller de expiación y venganza. Pero también como un retablo de esas emociones esenciales que ligan a las personas con los paisajes sentimentales que determinan el curso de sus vidas. El miedo a perder el hogar (físico y familiar), la dificultad de las relaciones entre padres e hijos, la riqueza del contacto con otras edades, la posibilidad de un amor perdurable... Todo eso está en una película que no subraya ni expone tesis y que deja al espectador sacar sus propias lecciones. Como las recientes Bestias del sur salvaje (también en estos entornos del sur profundo norteamericano) y Todos tenemos un plan (en ese precioso Delta de Tigre unos miles de kilómetros más al sur) Mud demuestra lo propicios que son los paisajes fluviales para las historias sobre el devenir de las emociones.

sábado, 7 de septiembre de 2013

La piedra de la paciencia

de Atiq Rahimi. Afganistan, 2012. 102’.
6 de septiembre de 2013. Cines Van Dyck, Salamanca.

En una ciudad asediada por la guerra una mujer cuida de su marido. Con una bala en el cuello él solo es un cuerpo inerte al que ella confiesa todo lo que no se atrevería a decirle si la oyera.

"La piedra escucha y un día se romperá, se hará añicos y ese día te habrás liberado de tu dolor". Así describe su tía la leyenda de la piedra de la paciencia, la catártica metáfora que da sentido al monólogo de la esposa ante el marido silente. Unos planos casi pictóricos y un guión casi teatral hacen de esta película una reflexión intimista sobre la condición femenina en un mundo presidido por la religión y la guerra. Las escenas periféricas (las visitas del mulá, las del soldado tartamudo, los consejos de la tía y la espontaneidad de las niñas) oxigenan el monólogo y dan relieve a una historia a la que se le nota bastante su origen literario. Por lo demás, la cartelera de los Van Dyck sigue tan atractiva y variada como siempre. Con ciclos bien seleccionados, a veces en versión original, y con hojas de mano sobre cada película, los salmantinos tienen la suerte de disfrutar en estos cines de una de las mejores programaciones cinematográficas en salas comerciales de España.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Joven y alocada

de Marialy Rivas. Chile, 2012. 92’. 
5 de septiembre de 2013. Centro Niemeyer, Avilés.

El Ebanjelio (sic) según Daniela. Pasajes de su vida (sexual) relatados en primera persona y en primer plano. Entradas de su blog que se cruzan con imágenes de su cotidianidad adolescente.

La magnífica caligrafía cinematográfica de Marialy Rivas hipnotiza. Por las imágenes, tan bien filmadas y tan bien montadas, y por los provocadores textos que llegan desde ese blog en off. Este agudo retrato de cómo una secta vigila y castiga a una adolescente, a la que el sexo atrae bastante más que Dios, tiene algo que ver con Camino (la poética crónica de Javier Fesser sobre la manera en que otra secta parasitaba el dolor de una niña) o con Martha Marcy May Marlene (otra muestra de la querencia de las sectas por víctimas jóvenes y femeninas que hace dos años presentó aquí Sean Durkin). Pero la irónica mirada de Marialy Rivas (tan radicalmente chilena y tan universal) está más próxima al singular autorretrato vital que León Siminiani nos mostró aquí en enero con su Mapa. Los dos hechizan con las imágenes, fascinan con esos textos tan oportunamente  intercalados y  consiguen que el todo sea (aún) más que la suma de las (espléndidas) partes. Seguramente tiene razón  Carlos Losilla cuando señala en la revista Caimán de este mes que el Centro Niemeyer es uno de los tres lugares primordiales (junto a la Cineteca de Madrid y el CCCB de Barcelona) para la difusión del nuevo cine español. Pero tras haber visto también aquí obras tan interesantes como las de los argentinos Matías Piñeiro y Diego y Pablo Levy, los paraguayos Renate Costa, Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori y ahora la chilena Marialy Rivas (y antes la de su compatriota Andrés Wood), parece que el Niemeyer está respondiendo a su vocación iberoamericana y es también lugar de referencia para propuestas muy novedosas de los otros cines que hablan español. Por mi parte, si vuelve a proyectarse aquí alguna película de esta directora (o incluso mejor,  si viene ella misma para presentarla en este lugar tan bello) ya sé como iré: al tiro. 

jueves, 5 de septiembre de 2013

Elysium

de Neill Blomkamp. EE.UU., 2013. 109’. 
4 de septiembre de 2013. Parqueastur, Corvera.

En 2159 la distancia entre los pobres y los ricos es tan grande que la miseria llena la Tierra y la minoría opulenta vive en Elysium, un satélite artificial vedado para el resto. Max cumplirá la promesa infantil que le hizo a su amiga Frey y acabará con la injusticia de ese mundo escindido.

El patio trasero del capitalismo es ahora el planeta entero. Y habla español en esta película. En Distrito 9 eran alienígenas los que vivían confinados en Sudáfrica. Aquí es la humanidad (casi) entera la que vive recluida en un planeta devastado. La espectacularidad de las imágenes de ese mundo basura es simétrica a la de ese paraíso orbital con formas kubrickianas. Es verdad que los mamporros de la parte final y el heroismo de Matt Damon salvando a la hija de su amada se corresponden con lo que cabe esperar del cartel. Pero el conjunto de la película se hace muy grato, tanto por lo que muestra como por sus intenciones. Acostumbrados a que el cine de superhéroes sea republicano se agradece este asalto demócrata al cine de acción. "Para que no olvides nunca de dónde vienes" le dice la monja latina al Max niño, y también podría decírselo a Obama. Por lo demás, Christine Lagarde está estupenda en el papel de esa perversa Jodie Foster. Perdón, es al revés (en qué estaría yo pensando). Y apetece aplaudir ese final reparador en el que la sanidad vuelve a ser pública tras la derrota de ese mundo obsceno en el que la medicina, de puro privada, se ha convertido en doméstica (una pesadilla que algunos quisieran ver realizada aquí). ¡Matt vente pa'España!

miércoles, 4 de septiembre de 2013

El último concierto

de Yaron Zilberman. EE.UU., 2012. 105’.
3 de septiembre de 2013. Cines Centro, Gijón.

Un famoso cuarteto de cuerda neoyorkino prepara un nuevo concierto. Pero al veterano violonchelista que lo lidera le han diagnosticado un Parkinson que le impedirá seguir interpretando. La inesperada noticia compromete el futuro del grupo. Y despierta tensiones que la música había atemperado.

Solo íbamos a los Cines Centro en noviembre. Para ver las películas del Festival de Gijón. El resto del año esperábamos a que llegaran a los Cines Marta, sus salas hermanas. Pero este Último concierto ya no llegará a Avilés. Así que hemos tenido que estrenar con él nuevos hábitos. Por fortuna la película ha sido extraordinaria y ha compensado la tristeza del viaje. Quizá sean la música y el cine las artes que más emocionan. Las que mejor expresan sentimientos humanos. Seguramente por eso las interpretaciones de estos magníficos actores-músicos son aquí doblemente conmovedoras. Conmueve la viola de Juliette (y la capacidad de Catherine Keener para encarnar a un personaje que está en medio de tantas tensiones). Conmueven los violines de Robert y Daniel (y la maestría de Philip Seymour Hoffman para dar vida a un hombre complejo y acomplejado que tan poco se parece a aquel impresionante lider que interpretó en The Master). Y conmueve el violonchelo de Peter (y la contención de Christopher Walken para interpretar a un músico que sabe que nada habrá merecido la pena si el final de su carrera es el final de ese cuarteto). Aunque solo fuera por momentos tan emotivos como la lección que transitivamente nos da Pau Casals en la escena en que Peter habla a sus alumnos o por la interrupción del concierto Opus 131 que Beethoven escribió sin silencios, la película ya sería más que recomendable. Pero interpretada y dirigida con tanta maestría, la historia de los desacuerdos de este cuarteto se hace tan extraordinaria cinematográficamente como parecen serlo musicalmente sus acordes.

martes, 3 de septiembre de 2013

El llanero solitario

de Gore Verbinski. EE.UU., 2013. 149’.
2 de septiembre 2013. Cines Marta, Avilés.

Un niño con antifaz queda fascinado ante la figura de un viejo comanche expuesta en una feria sobre los tiempos de la conquista del oeste. El indio cobra vida de repente y rememora sus aventuras con un ranger que también llevaba antifaz. Tiempos heroicos con ferrocarriles, forajidos y paisajes maravillosos que deslumbran a ese niño asombrado por la magia de ser un llanero solitario al lado de este Johnny Depp con maneras de Charlot. Tanto como el propio espectador, que se siente como un niño ante este alegre homenaje al viejo cine del lejano oeste.

Los últimos días de La escala humana. Los títulos de esas dos películas (en cuyas reseñas hablé de los Cines Marta) sirven ahora para describir lo que hemos sentido en estos días que preludiaban esta última sesión. Perdemos mucho más que un espacio cercano para cultivar los (buenos) hábitos cinéfilos. Perdemos sus luces en ese precioso rincón de la ciudad. También las echarán de menos quienes no han querido aceptar últimamente su acogedora invitación para vivir en otras ciudades desde ese privilegiado espacio de la nuestra. Hace más de sesenta años el cine Marta y María se inauguró con Río Abajo. Esta noche se ha despedido con las peripecias de este llanero solitario en una sala con mucho público en la que se ha podido sentir una vez más la magia del cine grande y compartido. Los silencios audibles, las risas oportunas, las exclamaciones sintonizadas han hecho que esa sala del Marta haya tenido esta noche mejor sonido que nunca. Ese que da vida a las imágenes porque delata lo mucho que el público está disfrutando con ellas. Pero el trece tenía que ser un año aciago. Lo fue hace un siglo para Georges Méliès, que tan buen reconocimiento tuvo el año pasado con el magnífico homenaje de Scorsese en La invención de Hugo y que tan oportunamente se reivindica ahora (y con él la propia historia del cine) en la espléndida exposición que aún se puede ver en el Caixaforum de Madrid. Pero tras aquel año terrible para Méliès el siguiente fue providencial para Chaplin. Incluso el gran mago francés llegó a tener en vida el reconocimiento de quienes supieron recuperarlo y lograron que su proyectil en el ojo de la Luna se convirtiera en un icono de la magia del cine. Ojalá que les pase algo así a los Cines Marta. Ojalá que, más pronto que tarde, vuelvan a estar abiertos. Pase lo que pase, los Cines Marta serán para mi los más queridos de la serie de lugares en los que tantas otras vidas he vivido en esta ciudad (Los Florida, El Almirante, Los Chaplin, El Canciller -y también la Casa de la Cultura y por supuesto el Niemeyer-). En esas salas de cine (y en muchas otras de España y del otro lado del charco) he disfrutado de cientos de películas. Treinta y nueve he visto en el Marta en los diez meses que lleva abierto este blog. Si nada lo remedia (ojalá que sí) su etiqueta mayúscula se irá quedando cada vez más pequeña. Vendrán decenas y espero que cientos de películas nuevas que la harán más chiquita. Le pasará como al viejo comanche Depp en los últimos metros de cinta que se han proyectado en el Marta
en esta noche mágica. Tras el fundido en negro y los títulos de crédito apareció de nuevo en la pantalla. Nos daba la espalda a los que seguíamos en la sala y ya viejo caminaba hacia el horizonte haciéndose cada vez más pequeño. Aunque le perdamos de vista, sabemos que sigue vivo allí.