martes, 29 de septiembre de 2015

Roger Waters The Wall

de Sean Evans y Roger Waters. Reino Unido, 2015. 165’.
29 de septiembre de 2015. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

The Wall treinta años después. Una película-concierto con breves interludios no musicales en los que Rogers Waters recorre Europa para homenajear a su abuelo y a su padre, muertos en las trincheras de la Primera y la Segunda Gurra Mundial. Y después un agradable epílogo en el que conversa con Nick Mason, el batería de aquel grupo extraordinario que se llamó Pink Floyd.

Una proyección con fecha fija en todo el mundo. Como una ceremonia cinéfila a la vez que musical. No es un documental sobre una gira. Es un impresionante concierto que parece en directo aunque esté hecho con las grabaciones de la gira entre 2010 y 2013. Las escapadas de Waters fuera del escenario no nos alejan de la impresionante liturgia de ese muro que se construye y se destruye ante nosotros en una inmensa pantalla/escenario. La fidelidad a la música original es máxima (Nick Mason también lo subraya en la entrevista posterior), pero la escenografía es soberbia. No ha sido una película para añorar gustos musicales pretéritos. Ha sido un placer de casi tres horas del que solo cabe lamentar que a alguien se le haya ocurrido subtitularlo todo, excepto las letras de las canciones. Nada menos.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Francisco, el padre Jorge

de Beda Docampo Feijóo. Argentina, 2015. 90.
26 de septiembre de 2015. Cines Parqueastur, Corvera.

El papa Francisco desde la mirada de una periodista española que prepara un libro sobre él. Se evocan los tiempos juveniles en que nació su vocación, su compromiso con los pobres, su valentía jesuítica en los años de la dictadura, su inesperado éxito en el cónclave que eligió a Ratzinger y la llegada a Roma de este cura porteño.

Si alguien me dice hace unos años que iba a ver con mucho interés una película dedicada a reivindicar la figura de un papa no me lo habría creído. Pero es que al personaje lo interpreta Darío Grandinetti, la mayor parte de la historia sucede en Buenos Aires y el papa en cuestión es ese latinoamericano que estos días ha estado en La Habana, Nueva York y Filadelfia demostrando una vez más que es un tipo estupendo. Así que no me molesta el tono reivindicativo de la figura de este hombre que parece decir siempre lo que piensa (y lo que pensamos muchos) sin importarle a quién pueda molestar. Por lo demás, y contra lo que podría parecer, la relación del padre Jorge con esa periodista española que interpreta Silvia Abascal consigue estructurar muy bien un relato que resultaría agradable incluso si uno no fuera incondicional de Bergoglio y de Grandinetti. Antes de entrar en la sala me imaginaba lo violento que podría ser encontrarme, entre el público cristiano que debería abarrotarla, con algunos de esos profesores de religión con los que me metía en el artículo que publiqué hace unas semanas en El Comercio y La Nueva España (La religión, el bachillerato y el recurso del Arzobispo -está en mi blog de educación-). Pero, aun siendo sábado y proyectándose en una única sesión, no había nadie más viendo esta película. Quizá sea porque a ellos no les gusta este papa. O porque no les gusta el cine. Otras dos cosas en las que también discrepamos.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Irrational man

de Woody Allen. EE.UU., 2015. 96.
25 de septiembre de 2015. Cines Parqueastur, Corvera.

Abe Lucas es un profesor de filosofía que acaba de llegar a la universidad. Su personalidad esquiva y torturada fascina a Rita (una profesora madura) y a Jill (una alumna brillante). Con las dos acabará teniendo relaciones no solo académicas. Los desequilibrios existenciales de este extraño profesor cesan cuando pone en práctica un plan que da sentido a su vida: mejorar un poco el mundo matando a un juez que está amargándole la vida a una mujer.

Joaquin Phoenix interpreta con brío a este existencialista atormentado que encuentra de lo más racional imponer justicia anónima asesinando a un juez desconocido. El giro de la historia, cuando Abe y Jill escuchan la conversación de la mujer, hace que este Irrational man vaya más allá de la ridiculización de escépticos y racionalistas (y ahora filósofos pelmas) que Woody Allen parecía haber emprendido con su anterior Magia a la luz de la Luna. Así, aunque con un tono menor, vuelve en parte a los temas de asesinatos, culpas y digresiones morales que hicieron tan fascinantes películas como El puente de Casandra o Match Point.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Evelyn

de Isabel de Ocampo. España, 2011. 96.
23 de septiembre de 2015. Casa de la Cultura, Avilés.

Evelyn fue captada en Perú para trabajar en España. Pero no como limpiadora en una cafetería, como ella pensaba, sino como prostituta en un club de carretera. Con el pasaporte retirado y una deuda pendiente, Evelyn intenta resistirse a lo que los canallas esperan de ella.

La emigración y la prostitución en femenino singular. El punto de vista es siempre el de esa joven peruana que no quería dejar a su familia, que tuvo que buscar trabajo al otro lado del mundo y que se encontró de repente en ese submundo sin derechos a que da lugar la hipocresía de dejar fuera de la ley a la prostitución. Es la otra cara del matrimonio, ese artefacto legal sobreprotegido que genera tantos derechos como trampas. En la prostitución estas son mucho más arteras y aquellos no existen. Y eso es lo que comprobamos acompañando a esta Evelyn que no quiso ser ni emigrante ni puta, pero que conoció en España el lado más oscuro de las dos condiciones. Isabel de Ocampo me encantó con Piratas y libélulas, un documental absolutamente imprescindible que vimos en la Semana de Cine Español de Bejar del año pasado. Aunque el tema de Evelyn me parece especialmente propicio para los trazos gruesos y las ingenuidades morales, ella sabe darle el tono justo para crear una ficción opresiva y dolorosa sobre una de las dimensiones (la más terrible) de la prostitución. Buen cine comprometido el de esta mujer que sabe lo que se hace tanto en el documental como en la ficción.

lunes, 21 de septiembre de 2015

El visionario. El hombre que predecía la economía mundial

de Marcus Vetter. Alemania, 2014. 100’.
21 de septiembre de 2015. Centro Municipal Integrado La Arena, Gijón. V.O.S.

Martin Armstrong fue un consultor financiero que creó un modelo capaz de predecir las grandes crisis de la economía mundial. No queda claro cuál de las dos cosas le llevó a la cárcel, pero su insistencia en la estructura piramidal del sistema de deuda le ha convertido en un personaje bastante incómodo.

Y poco más puedo decir. El comienzo de la película coincidió con los primeros síntomas visuales de una incipiente migraña. Así que los subtítulos fueron para mi visiones fracturadas que anticipaban una crisis dolorosa. Lo mismo que podría decir de la economía mundial.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Everest

de Baltasar Kormákur. EE.UU., 2015. 121’.
19 de septiembre de 2015. Cines Los Prados, Oviedo. 3D

Temporada de ascensiones al Everest. Varias empresas llenan los campamentos de gentes que pagan por coronarlo. Una de las expediciones de este año tendrá un final dramático.

En noviembre del año pasado participé en una jornada de charlas tipo TED que organizó la OEI en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires con el título "Miradas 2021". Yo hablé del futuro de las lenguas tras una interesante intervención de José Antonio López Cerezo sobre el pujante negocio de las expediciones al Everest. Habló del riesgo, del romántico atractivo de subir montañas peligrosas ("porque están ahí"), de la masificación de esas experiencias y de los penosos resultados para las poblaciones locales que ganan muy poco con todo eso. El recuerdo de su charla y la posibilidad de subir en un par de horas (y en 3D) a esa mítica montaña me animó a ver esta película. Las imágenes no defraudan pero la historia ("basada en hechos reales") tiene esos ingredientes narrativos estandarizados con que los americanos comercializan sus historias heroicas (en la Segunda Guerra Mundial, en el fin del mundo o en una misión a Marte).  Vamos, lo mismo que les sucede a esas experiencias de alto riesgo de las que hablaba José Antonio en Buenos Aires.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Ático sin ascensor

de Richard Loncraine. EE.UU., 2014. 92’.
5 de septiembre de 2015. Cines Los Prados, Oviedo.

Alex y Ruth viven en un ático de Brooklyn en el que han sido felices durante muchos años. Las vistas sobre el puente de Williamsburg y la isla de Manhattan son maravillosas, pero subir cinco pisos empieza a ser un problema para ellos. Así que se plantean venderlo y comprar otro, pero su desagradable experiencia con el mundo inmmobiliario hará que el final sea el que se espera.

El último plano con la cámara sobrevolando Brooklyn y Manhattan es lo mejor. En el resto, la amable previsibilidad de casi todo, la voz en off de él y las lamentables evocaciones de juventud hacen que la historia no resulte interesante. Ni tratándose de Diane Keaton y Morgan Freeman en Nueva York.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Mientras seamos jóvenes

de Noah Baumbach. EE.UU., 2014. 97’.
4 de septiembre de 2015. Cines Los Prados, Oviedo.

Josh y Cornelia son un matrimonio que cuarenta y tantos que no tiene hijos. Y, a la vista de los efectos en una pareja de amigos que acaban de ser padres, están muy satisfechos con su decisión. Josh lleva años trabajando en un documental que no consigue terminar. Un día conoce a Jamie y a Darby, una pareja de jóvenes veinteañeros que a Cornelia y a él les resultan fascinantes. El contacto con ellos cambiará su forma de verse en la vida. Pero lo que parece una colaboración del veterano con el neófito para ayudarle a preparar un documental en realidad será otra cosa.

"No es malvado, solo es joven". Se lo dice Josh a Cornelia al final de la película. Y junto con la cita inicial de Ibsen sobre el temor a los jóvenes queda claro que el contraste generacional es una de las claves de esta película admirablemente escrita y dirigida por Noah Baumbach. Otras claves están en el propio cine, sobre el que ironiza en torno a la importancia de la verdad en el proceso creativo. Y también en el vertigo que produce tomar conciencia, en el espejo de quienes tienen veinte años menos, de que uno está viviendo justo lo contrario de comerse el mundo. Es, en suma, una comedia sobre la tragedia de un hombre ridículo que confirma que Noah Baumbach es un digno heredero de Woody Allen en la capacidad de componer historias estupendas y genuinamiente neoyorquinas. Además de ese espacio urbano, Una historia de Brooklyn, Frances Ha y Mientras seamos jóvenes tienen en común una mirada penetrante sobre unos tiempos biográficos en los que no es difícil reconocerse.

martes, 1 de septiembre de 2015

Las sillas musicales

de Marie Belhomme. Francia, 2015. 83’.
1 de septiembre de 2015. Cines Los Prados, Oviedo.

A sus treinta y nueve años Perrine se dedica a (des)animar fiestas infantiles y seniles. Yendo a una de ellas empuja sin querer a un hombre que entra en coma tras la caída. Ella se siente culpable y se hace pasar por una prima para poder visitarlo cada día en el hospital. También se ocupa de su perro, de su trabajo y de su hijo. Hasta que la culpa se va transformando en otro sentimiento y él sale del coma.

Nada me molesta, pero tampoco nada me atrae especialmente de esta película francesa de contenido blando y duración contenida.