domingo, 22 de septiembre de 2013

Rush

de Ron Howard. EE.UU., 2013. 123’. 
21 de septiembre de 2013. Parqueastur, Corvera.

Dos pilotos rivalizando en su forma de entender la vida y las carreras de coches. Desde sus comienzos en la Fórmula 3 hasta el inolvidable campeonato de 1976. 

Arriesgarlo todo sin miedo a la muerte. Trabajar obsesivamente en busca de la perfección. Si habláramos de toros ya tendríamos el nombre: José Tomás. En el mundo de la Fórmula 1 hacen falta dos: James Hunt y Niki Lauda. El primero comparte con el torero la tendencia a exponerse sin límites y a hacer de ello un modo de vida. El segundo, la tenacidad y la capacidad para sobreponerse al dolor. Acentuando esos rasgos, Ron Howard consigue que el mundo de las carreras de coches muestre perfiles épicos. Aunque el tema no me atrae, la película (me) interesa porque lo que cuenta está en un lugar intermedio entre la memoria (la mía) y la historia (los icónicos años setenta). Una fotografía con colores saturados y un montaje con olor a gasolina aportan el ambiente adecuado para evocar la pugna entre el guapo inglés (casi latino) y el cerebral austriaco (casi germano). Sin quitar méritos a Chris Hemsworth, es Daniel Brühl quien destaca en este duelo ambiguo que no acaba de definirse como la historia del piloto del rostro quemado o la de su rivalidad con el guapito de cara.