lunes, 31 de diciembre de 2012

Infancia clandestina

de Benjamín Ávila. Argentina, 2011. 110’.
29 de diciembre de 2012. Cines Renoir Plaza de España, Madrid.

Al regresar a Argentina Juan se llamará Ernesto. Sus padres son montoneros y la familia vivirá en la clandestinidad. A sus once años ya ve muchas cosas y está despertando a otras.

Como en Secretos del corazón o en Cuéntame, el punto de vista es siempre el del niño. Desde las puertas entreabiertas Juan (o Ernesto) contempla la intensa (y luego dramática) vida militante de sus padres y de su tío Beto (un Ernesto Alterio que se hace querer). Los mira entre la admiración y la incomodidad. El espectador ve además el peligro que les acecha y comprende bien a la abuela, que no entiende a esos padres jóvenes e idealistas dispuestos a arriesgarlo todo. La película capta muy bien la atmósfera de una vida familiar en los años setenta. Pero enmascara el horror a través de unas bellas elipsis en las que la violencia solo aparece dibujada. Como si solo hubiera ocurrido en un cómic.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Whore

de Ken Russell. EE.UU, 1991. 92’.
29 de diciembre de 1992. Filmoteca Española, Madrid. V.O.S.

Un día en la vida de Liz, una prostituta que describe su trabajo contándonos con naturalidad lo que siente. La seguimos durante esa jornada y vemos sus encuentros y desencuentros mientras evoca otros momentos de su vida como prostituta.

Con aire de documental callejero en el que desfilan tantos personajes como tópicos, en esta película la voz narrativa es la de quien interpreta ese oficio. Liz es siempre la protagonista, la que nos cuenta (mirándonos) lo que hace y lo que piensa. Aunque a la película se le notan los años y es bastante olvidable, Russell se atreve en ella a hacer algo políticamente incorrecto: tratar a la prostituta como sujeto y no solo como objeto de análisis. Ni León de Aranoa, con el naturalismo emotivo de sus Princesas, ni Bonello, con el sugerente esteticismo de su L’Apollonide, se libran del todo del prejuicio contrario. Aunque ridiculiza al cliente, Ken Russell recibiría hoy muchas críticas por suponer que quien mejor puede hablar sobre la prostitución es quien la ejerce. ¿Qué se diría si alguien osara llevar al cine reflexiones como las de Chester Brown en su interesante cómic Pagando por ello?

sábado, 29 de diciembre de 2012

Más allá de las colinas

de Cristian Mungiu. Rumanía, 2012. 150’.
28 de diciembre de 2012. Cines Renoir Plaza de España, Madrid. V.O.S.

Alina regresa a Rumanía desde Alemania en busca de Voichita, su antigua compañera del orfanato con la que espera superar su soledad. Ella vive ahora en un opresivo convento ortodoxo del que no quiere irse. Alina intentará convencerla conviviendo con ella.

Como en 4 meses, 3 semanas y 2 días, Mungiu nos cuenta la dureza de unas vidas femeninas en trances difíciles. Lo que narra podría ocupar precisamente ese tiempo en el que muestra como unas monjas delegan toda su voluntad en un sacerdote al que Viochita llama papá. Ella recuerda a aquella Martha Marcy May Marlene (la magnífica película que presentó Sean Durkin en el Niemeyer el año pasado). Ambas son seres desvalidos que han aceptado la obediencia como medio de felicidad. En las dos películas hay alguien (la hermana de Martha, la amiga de Viochita) que intenta su liberación. Aunque los contextos son bien distintos, hay algo en común entre ese convento rumano y aquella secta norteamericana: los dos son lugares de destrucción de la individualidad. A pesar de su aparente neutralidad naturalista la metáfora más evidente (y lo mejor) de esta dura y larga película es la pasión que sufre Alina tras intentar la redención de su amiga. Saber que Mungiu se inspiró en unos hechos reales hace más inquietante lo que cuenta sobre el final de esa triste cuaresma rumana.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Las sesiones

de Ben Lewin. EE.UU, 2012. 98’.
27 de diciembre de 2012. Cines Ocimax, Gijón.

A Mark O'Brien la poliomielitis le ha deparado una vida inmóvil. Es tetrapléjico y católico, pero no insensible. Tras consultar con su sacerdote decide contratar los servicios de una terapeuta sexual. En las sesiones de iniciación las palabras suplirán a las manos y su vida cambiará. También la de quienes le rodean.

Las sesiones coincide estos días en los cines con De óxido y hueso. Son dos películas sobre cuerpos limitados que se resisten a no poder sentir o a tener que dejar de sentir. Las interpretaciones de Helen Hunt y de John Hawkes son magníficas en esta película que está inspirada en una historia real. En sus encuentros las palabras describen y prescriben el sexo que van teniendo. Pero tras cada sesión intentan también interpretar con palabras lo que van viviendo (él en sus diálogos con el sacerdote, ella en esos monólogos que graba con pretensiones de objetividad). Las sesiones previstas iban a ser seis, pero cuatro serán suficientes para que sepan hasta dónde les pueden llevar el sexo y las palabras.

jueves, 27 de diciembre de 2012

El capital

de Constantin Costa-Gavras. Francia, 2012. 114’.
26 de diciembre de 2012. Cines Marta, Avilés.

Los tiburones financieros atacan en manada. Pero a Marc Tourneuil, el poderoso presidente de un banco francés, no le gusta ser gregario. Quiere ser el mejor en ese juego que consiste en quitarle el dinero a los pobres para dárselo a los ricos.

El resumen no es valorativo. Recoge expresiones literales de la película. En el último plano, tras presentarse como el Robin Hood de los ricos, Marc Torneuil mira directamente al espectador para recordarle que ese es el juego. Costa-Gavras decide centrar en este tiburón toda la historia y, aunque la película se sigue con interés, está muy lejos de obras suyas tan impecables como La caja de música. No le falta militancia a este veterano director, pero su película aporta bastante menos al tema de lo que ya mostraron Chandor (con su estupenda opera prima Margin Call) o Ferguson (con ese Inside Job en el que los tiburones son los de verdad). De todas formas, no conviene despreciar la mirada de Costa-Gavras. Esta película sería muy aleccionadora para muchos. Ojalá se vea en televisión.

lunes, 24 de diciembre de 2012

De óxido y hueso

de Jacques Audiard. Francia, 2012. 120’.
23 de diciembre de 2012. Cines Los Prados, Oviedo.

Alain se tiene que hacer cargo de su hijo pero no tiene recursos. Su hermana le ayuda acogiéndoles en su casa. En su trabajo como portero de una discoteca conoce una noche a Stéphanie, una atractiva mujer que adiestra orcas en un parque acuático y que poco después pierde las piernas en un terrible accidente. Sus encuentros con Alain la ayudan a superar el trauma de la amputación y a recuperar su autoestima (también sexual). Él vuelve a hacer lo que más le gusta, pelear a cuerpo limpio en combates con apuestas.

No es la historia de la bella y la bestia. Es más bien la recreación del buen salvaje, un ser primario y sin doblez que fascina y redime a esa sirena amputada. A diferencia del espectador y de ella misma, él no parece percibir el drama de esa ausencia tan visible. La asume dulcemente con la misma naturalidad con que pelea violentamente. El director de Un profeta sabe hacer que el dolor (y casi el olor) conmuevan desde la pantalla. Aunque el territorio geográfico es francés, las maneras cinematográficas no lo parecen.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Una pistola en cada mano

de Cesc Gay. España, 2012. 95’.
21 de diciembre de 2012. Cines Los Prados, Oviedo.

Ocho hombres y cuatro mujeres de edad media dialogan de dos en dos. El tema de las conversaciones suele ser su vida sentimental. Sobre todo la de ellos, que parecen más inseguros que ellas en esos terrenos. La sucesión de diálogos binarios en distintos lugares de Barcelona conduce al encuentro final de casi todos los personajes en una cena que parece menos tensa que aquella otra comida que Cesc Gay organizó En la ciudad.

Parece una sucesión de cortometrajes que exploran las complejidades de la condición masculina cuando se asoma a la cuarentena. Los excelentes diálogos están magníficamente interpretados. Aunque si hubiera que elegir uno me quedaría con el de Ricardo Darín y Luis Tosar en el parque. O el de Leonor Watling y Alberto San Juan en el coche. O el de Leonardo Sbaraglia y Eduard Fernández en el portal. O el de Candela Peña y Eduardo Noriega en el trabajo. O las dos escenas en las que dos hombres quedan fuera de un ascensor. Pero, ¿por qué hay que elegir?

viernes, 21 de diciembre de 2012

Woody Allen. A documentary

de Robert B. Weider. EE.UU, 2012. 113’
20 de diciembre de 2012. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Con imágenes de sus películas, con testimonios de muchos de sus protagonistas y con los propios comentarios de Woody Allen, este documental repasa su trayectoria desde sus comienzos como monologuista hasta sus películas europeas. Más de cuatro décadas y unas cuarenta películas separan A Roma con amor de Toma el dinero y corre. Pero las casi dos horas de este documental (y seguramente también las tres y cuarto del DVD) pasan en un instante.

En la sesión  de noche de un sábado de noviembre de 1976 muchos pudimos ver en Televisión Española su primera película. Desde entonces fueron legión los seguidores españoles del Woody Allen hilarante. Para muchos de ellos ya no es el que era. Echan de menos al actor/director que tanto les hacía reír en sus primeras películas. Los demás esperamos cada año su nueva obra como un regalo, que puede ser perfecto como Match Point o provisto de su ración variable de momentos deliciosos como todo lo demás. A Woody le debemos mucho en Avilés: que preestrenara aquí la nada menor El sueño de Casandra, que filmara en esta ciudad algunas escenas de Vicky, Cristina, Barcelona, que volviera para inaugurar el Centro Niemeyer tocando el clarinete con su New Orleans Jazz Orchestra o que hiciera aquella primera selección de películas imprescindibles que pudimos disfrutar en este mismo cine el año pasado. Entonces una de las butacas de esta sala tenía una placa con su nombre y aquí se programaba cine diario como en las mejores filmotecas. Hoy se preestrena en el Niemeyer este documental sobre Woody Allen que llegará a las pantallas españolas la semana próxima. Ojalá que esta nueva primicia de nuestro amigo neoyorkino sea un buen augurio sobre el futuro de este centro cultural.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Oscar Niemeyer. La vida es un soplo

de Fabiano Maciel. Brasil, 2007. 90’
15 de diciembre de 2012. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Niemeyer cumplía 100 años cuando se hizo esta película, un documental que repasa su arquitectura durante casi todo el siglo XX (y algo del XXI). También es una película sobre Oscar, una persona genial por su creatividad y por su carácter. Oscar Niemeyer habla de su obra, pero también de si mismo y de la vida, que es lo que realmente le importa. Dice que la vida es un soplo (aunque el suyo haya durado más de un siglo) y por eso no debemos desperdiciarla. Además de sus palabras, también aparecen las de otros (Chico Buarque, Eduardo Galeano, José Saramago…) que hablan de él con admiración. Y no les faltan motivos a juzgar por la belleza de sus obras en Brasilia, en Niteroi, en Argelia, en Francia, en Italia, en Nueva York... Solo se echan en falta imágenes del Centro Niemeyer de Avilés que se empezaba a construir justamente cuando se estrenaba esta película y en cuyo cine se ha proyectado hoy.

Las imágenes de sus edificios son tan cautivadoras como los primeros planos de su rostro. Oscar Niemeyer dice que la arquitectura no es lo más importante, que lo más importante son las personas. Por eso estaba obsesionado por crear belleza, por hacer que solo con mirar sus edificios se produzca la emoción. Galeano dice que Niemeyer detestaba el ángulo recto tanto como el capitalismo y que sus curvas están inspiradas en la naturaleza, en las bellas formas de esas montañas de Río que seguramente fueron hechas por Dios el día en que Dios creyó que era Niemeyer. En la Ría de Avilés tenemos una prueba evidente de que Galeano tiene razón. Antes de ver la película se organizó un pequeño acto de homenaje al arquitecto que nos regaló esta joya y que hoy hubiera cumplido 105 años (falleció hace solo diez días). Durante la proyección la emoción traspasaba la pantalla y se sentía en los gestos del público (en buena parte, los amigos de Yo Apoyo Centro Niemeyer que tanto han luchado por defenderlo en los tiempos miserables que vivimos mientras gobernaron en Asturias unos individuos que no merecen ser nombrados aquí). El aplauso final fue muy sentido. Tanto como la emoción al deslizarse las cortinas laterales del cine (para mi, el más hermoso del mundo) y ver iluminadas tras los cristales las curvas blancas que conforman la maravillosa plaza de este centro cultural. Algunos tenemos la suerte de vivir al lado de un lugar en el que al salir del cine nos espera siempre la belleza. La vida es un soplo, pero algunos soplos alientan a vivir. Gracias Oscar.

lunes, 10 de diciembre de 2012

César debe morir

de Paolo y Vittorio Taviani. Italia, 2012. 76’.
9 de diciembre de 2012. Cines Verdi, Barcelona. V.O.S.

Unos hechos de la Roma antigua son recreados en una cárcel de la Roma actual. La historia es la de Shakespeare y sobre ella los reclusos preparan una obra de teatro cuyos ensayos conforman la película.

Solo hay color al comienzo y al final, en la representación teatral propiamente dicha y en el regreso de los reclusos (no actores) a sus celdas (no camerinos). En medio, un expresivo blanco y negro para unos ensayos montados como intensa trama cinematográfica del drama teatral de Shakespeare. La cárcel ofrece escenarios perfectos para esta historia sobre la muerte de Julio César. Y los intérpretes dan la mayor verosimilitud a unos personajes atormentados por el crimen, la traición y la culpa. Los primeros planos de unos rostros curtidos por haber vivido lo que los personajes dicen y unos escenarios propicios para las encrucijadas y las emboscadas hacen que esos ensayos se conviertan en una interesante película. No es un documental edificante sobre las virtudes del arte para la reinserción de los reclusos (“desde que conozco el arte, esta celda se ha convertido en una prisión”, dice uno de ellos). Es mucho más que eso. El Oso de Oro del Festival de Berlín no parece inmerecido.

domingo, 9 de diciembre de 2012

La balia

de Marco Bellocchio. Italia, 1998. 106’.
8 de diciembre de 2012. Filmoteca de Cataluña, Barcelona. V.O.S.

Un matrimonio burgués tiene su primer hijo. Ella no lo puede amamantar y contratan a una nodriza analfabeta. Su llegada a la casa cuestionará la estabilidad familiar. Mientras la nodriza se hace cargo amorosamente del niño, van creciendo el sufrimiento depresivo de la madre y el interés del padre por la vida de la joven.

La Roma burguesa de principios del siglo XX es el contexto de esta historia familiar de sentimientos apenas esbozados. Un espacio y un tiempo bien retratados en esta película en la que, junto a las cuidadas imágenes, llama la atención su sonido, especialmente atento a recoger la vida de un lactante. La historia interesa casi más por lo que sugiere que por lo que muestra. Y no solo de la dolorosa relación de ese matrimonio, sino también de los esbozos de otras vidas (la nodriza y su compañero encarcelado, el médico enamorado de la paciente del psiquiátrico…) El color y las tensiones políticas que enmarcan la historia parecen sugerir que al lado mismo se podría estar rodando Novecento. Pero mientras Bertolucci usa el gran angular para contar su historia, Bellocchio prefiere el macro para la suya. Así consigue no solo mostrar las vidas que enfoca, sino despertar interés por lo que deja fuera del cuadro. Es la segunda película que vemos en la Filmoteca de Cataluña. La forma en que organiza mensualmente sus ciclos recuerda aquella programación inicial del cine diario en el Centro Niemeyer. Un año después la seguimos añorando.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Abismos de pasión

de Luis Buñuel. México, 1953. 91’. B/N
7 de diciembre de 2012. Filmoteca de Cataluña, Barcelona.

Alejandro regresa a su hacienda después de un tormentoso pasado y se encuentra a su amada Catalina casada con Eduardo, un hombre al que desprecia. Para vengarse de ambos y darle celos a ella, se casa con Isabel, la hermana de él. Pero el amor brutal entre Alejandro y Catalina seguirá hasta la muerte y más allá.

Esta reinterpretación radical de Cumbres borrascosas debió ser para Buñuel una obra menor de su etapa mexicana. Aunque algunas imágenes y situaciones son fieles a su estilo (los cuervos de la primera escena, las mariposas torturadas, la araña y la mosca, la matanza del cerdo, el niño al que todos maltratan, el viejo y sus cruces...) la película se hace extraña por lo impostado de las interpretaciones. Y también por la sinceridad con que los personajes se dicen unos a otros lo que piensan. No hay separación entre los sentimientos y las palabras, no hay espacio para la hipocresía ni para la sutileza. El personaje dice directamente lo que el espectador habría pensado en cada momento del  melodrama. La película puede ser tanto una caricatura (precursora) de las teleseries mexicanas como el experimento (casi surrealista) de llevar al límite aquella historia clásica. Ha sido una buena primera visita a la Filmoteca de Cataluña, que en febrero de este año ha estrenado sede en el Raval. Tiene dos salas de proyección acogedoras (Laya, para 180 espectadores, y Chomón, para 360), una sala de exposiciones, una biblioteca y una librería especializada, pequeña pero interesante, que, obviamente, lleva La Central. Volveremos.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Holy motors

de Leos Carax. Francia, 2012. 115’.
6 de diciembre de 2012. Cines Verdi, Barcelona. V.O.S.

Un día de citas sucesivas en la vida de Óscar. O sucesivas vidas unidas por un nombre (Óscar) y un lugar (una limusina que recorre París). El protagonista se hace otro en cada cita (mendiga, ciborg, monstruo, asesino, padre de familia…), interpretando momentos de otras vidas que se suceden sin coherencia entre ellas. Ni casi en cada una de ellas. Caracterizaciones sorprendentes e imágenes casi oníricas se suman en una película en la que es difícil encontrar más argumento conductor que la propia limusina.

Plano inicial del público de un cine mirando una pantalla. Plano final de unas limusinas dialogando en un garaje. En medio las peripecias de Óscar, del que no sabemos quién es, ni siquiera si es un mismo ser. Por momentos quiere recordar a Un perro andaluz. Otras veces parece una delirante (nunca mejor dicho) reflexión sobre la identidad y las vidas posibles. Aunque quizá simplemente haya que tomarla como una sucesión de gestos, situaciones y encuentros, más en clave de performances con cierto interés visual que de elementos de una película convencional. Conectará con el espectador solo si el espectador se deja llevar por el mero fluir de las imágenes. No fue mi caso.

jueves, 6 de diciembre de 2012

La parte de los ángeles

de Ken Loach. Reino Unido, 2012. 106’.
5 de diciembre de 2012. Cines Marta, Avilés.

El juez da otra oportunidad a Robbie. En lugar de mandarlo a la cárcel le impone un año de servicios comunitarios. Así se integra en un grupo de perdedores de los que Harry, un verdadero ángel escocés tan bondadoso como aficionado al buen whisky, intenta sacar lo mejor. Tras desarrollar un buen olfato para el whisky, Robbie ejecuta con sus compañeros un curioso plan en la destilería en la que se subasta una barrica sublime. Con algunos imprevistos, la cosa sale bien y Robbie no se olvida de la parte de los ángeles.

Ken Loach nos ha mostrado muchas veces la injusticia y nos ha hecho sentir la impotencia por el destino de los perdedores. Pero en esta magnífica historia, contada con hilarante ternura, demuestra que la justicia es posible y que no es necesario que para que unos ganen otros deban perder. Aquí todos ganan. Hay un robo, pero nadie resulta perjudicado. Es lo que tiene esperar que los perdedores pueden dejar de serlo. La confianza que deposita en ellos el juez, Harry, la novia de Robbie (y hasta su hijo recién nacido) es lo que hace posible el final feliz de esta historia. Ken Loach está en las antípodas del ministro Wert. Para Ken Loach ni es justa ni inevitable la desigualdad. Para Wert es simplemente natural. Ken Loach cree que hay que cuidar y esperar lo mejor de los perdedores para que puedan dejar de serlo. Wert los olvida porque solo le interesan los ganadores. Ken Loach pasará a la historia por esas buenas películas con las que defiende la justicia social. Wert pasará a la historia por la injusticia social que provocará su mala educación.

domingo, 2 de diciembre de 2012

La vida de Pi

de Ang Lee. EE.UU, 2012. 125’.
1 de diciembre de 2012. Parqueastur, Corvera. 3D.

Un joven sobrevive a un naufragio en medio del Pacífico. Durante meses tiene que compartir su barca con un tigre. Los dos viven una travesía casi fantástica que resulta más que iniciática para Pi. Pero el relato de su vida comienza antes, con una infancia en la India marcada por la singularidad de su nombre y por su interés por las religiones. Y termina después, en un presente en el que el Pi adulto cuenta su vida al hombre que escribirá sobre ella. Tras narrarle lo que hemos visto, le ofrece también otra inquietante versión de ese viaje.

Entre el naufragio en que Pi se queda a solas con el tigre en esa barca casi metafísica y el momento en que los dos llegan a la playa, hay una película bellísima llena de imágenes poderosas en las que el 3D se hace más oportuno que nunca. Es la historia de un Noé o de un Robinson sometido a los designios de un dios al que necesita tanto como al tigre. Y esa historia ya basta para que la película sea memorable por las cautivadoras imágenes de las aguas, a la vez transparentes y especulares, de la perturbadora isla flotante y las de los días y las noches en ese Pacífico radical. Pero esa bella historia se integra en una película que, además, quiere dar que pensar. Y no solo sobre las interesantes metáforas derivadas del nombre de Pi, sino sobre la propia trascendencia de las historias. La trascendencia de las historias sagradas de las religiones y la de los distintos mundos posibles sobre los que, igual que los dioses, también deciden quienes viven y quienes cuentan las historias. Pero las imágenes que se ven en la pantalla son tan fascinantes que seguramente perdurarán en la memoria mucho más tiempo que estos bucles conceptuales.