miércoles, 30 de noviembre de 2016

El ciudadano ilustre

de Mariano Cohn y Gaston Duprat. Argentina, 2016. 118’.
30 de noviembre de 2016. Cines Los Prados, Oviedo.

Tras obtener el Premio Nobel, Daniel Mantovani recibe una carta de la intendencia de Salas, el pueblo de la provincia de Buenos Aires del que salió hace cuarenta años y al que solo ha querido volver en sus novelas. Ahora vive en Barcelona y, aunque suele rechazar la mayoría de las invitaciones que recibe, decide acudir al homenaje que le harán en su pueblo, del que quieren declararlo ciudadano ilustre.

De los directores de El hombre de al lado solo se podía esperar lo mejor. Así que no sorprende lo bien que les sale esta estupenda historia en la que confrontan con fina ironía la alta cultura y la vulgaridad rural. A partir de una idea así era fácil que la historia se regodeara en lo hilarante de unas situaciones y unos personajes que en manos de otros directores daría solo para una comedia de sal gruesa y resortes. Pero Mariano Cohn y Gaston Duprat le sacan el mejor partido a una historia que tiene bastante más calado del que parece y que, a la vez que desvela miserias locales, tampoco deja indemne al mundo del afamado escritor. De hecho, como ya pasaba con el diseñador de El hombre de al lado, cuanto más comprensible es el enfado del protagonista más le perjudican sus airadas reacciones. Y es que a veces la coherencia de los biempensantes acaba por dejarlos malparados. El ciudadano ilustre no lo sería tanto si no estuviera protagonizado por ese estupendo actor que es Óscar Martínez, el magnífico padre juez de la Paulina de Santiago Mitre, y por unos secundarios perfectos, desde nuestra Nora Navas hasta cualquiera de los actores argentinos que casi parecen naturales de ese pueblo que, no por casualidad, tiene por nombre un palíndromo.

martes, 29 de noviembre de 2016

La llegada

de Denis Villeneuve. EE.UU. 2016.116.
29 de noviembre de 2016. Cines Parqueastur, Corvera.

Doce moles alienígenas han aparecido de repente en distintos lugares de la Tierra. El contacto plantea el problema de la lengua. Así que un físico y una experta en traducción son llevados al lugar en el que flota la que ha llegado a Estados Unidos. Los recuerdos de una hija que aún no ha tenido ayudarán a la lingüista a descifrar el enigma de esa lengua del futuro.

Hay dos películas en la última del director de otras tan interesantes como Enemy o Incendies. La más tópica y comercial es la del militar del párpado caído que intepreta Forest Whitaker y en la que un ejercito americano sensato y bondadoso (más de Obama que de Trump) se deja orientar por una mujer de letras que se lleva muy bien con un hombre de ciencias y que es capaz de poner en comunicación a países y civilizaciones. Pero sobre esa película heroica se impone otra mucho más interesante que comienza con ese prólogo de maneras malickianas en el que vemos la feliz sintonía entre una niña y una madre y cuyo verdadero significado se desvelará al final. En esta otra película las doce moles verticales (como doce apóstoles alienígenas) son el trasunto inverso de la torre de babel y nos proponen una interesante reflexión sobre el lenguaje y el tiempo. Así La llegada es un elegante relato doble sobre el presente de esa mujer que será madre en el futuro y sobre el porvenir de una humanidad que acabará salvando a esa civilización cooperativa que ahora nos regala su lengua. El simplismo de la primera película no consigue deslucir el interés que, sobre todo en el tramo final, tiene la segunda. Así que Denis Villeneuve no defrauda.

domingo, 27 de noviembre de 2016

La próxima piel

de Isaki Lacuesta e Isa Campo. España, 2016. 103.
27 de noviembre de 2016. Centro Niemeyer, Avilés.

Un joven que vivía en un centro de acogida de menores vuelve con su madre. Desapareció en el Pirineo cuando tenía nueve años y ahora regresa al pueblo con recuerdos fragmentarios sobre su infancia y sobre lo que le pasó. Lo acompañará durante unos días un educador que intenta protegerlo de los recelos que despierta en su tío, un hombre que no cree que él sea realmente aquel niño que desapareció en la montaña el día en que murió su padre.

Las interpretaciones de Emma Suárez, Àlex Monner (en un registro no lejano al que interpretó en Los niños salvajes) y Sergi López son muy solventes para una historia que resulta interesante como drama psicológico invernal y que funciona peor como thriller. Por lo demás, el doblaje del personaje del educador (y algunos diálogos que mantiene con el que interpreta Sergi López) desmerecen una película que es mucho mejor en los encuentros entre los menores y en el triángulo que forman los tres protagonistas.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Felices sueños

de Marco Bellocchio. Italia, 2016. 134’.
26 de noviembre de 2016. Cines Centro, 54º Festival de Cine de Gijón (sección oficial). V.O.S.

A finales de los sesenta Massimo era un niño feliz en Turín. Su madre lo era todo para él, así que la noche en que ella murió, cuando él solo tenía nueve años, su vida cambió para siempre. Treinta años después aún no lo ha superado. Ya es un periodista curtido pero todavía no sabe qué fue lo que realmente pasó aquella noche.

Marco Bellocchio nos cuenta en cuatro tiempos esta historia de un hombre desvalido que fue dramáticamente arrancado de una infancia feliz. Massimo es el protagonista de este hermoso retrato que también representa un modelo de masculinidad forjada en el italianísimo amor de madre. El descubrimiento final de la verdad de lo que pasó aquella noche que el protagonista, igual que el espectador, en cierto modo ha sabido siempre cierra una historia muy bien contada y por la que Marco Bellocchio quizá habría merecido algún reconocimiento en este festival. El premio a la mejor película ha sido para Glory de Kristina Grozeva y Petar Valchanov (los directores de la estupenda La lección) que también ha recibido el premio al mejor guión y el de la crítica. Ma'Rosa ha hecho que Brillante Mendoza gane el premio al mejor director y reciba así un reconocimiento que, a mi juicio, ya mereció el año pasado por Taklub. Paradise se ha llevado el premio a la mejor dirección de fotografía, el premio del jurado joven y el merecidisimo premio a la mejor actriz para Julia Vysotskaya por su extraordinario papel en esa estupenda película. Por lo demás, me alegro también de los premios que ha recibido The teacher (mejor dirección artística y mejor banda sonora) y me quedo con las ganas de ver, además de Glory, la mexicana Almacenados que ha obtenido el premio del público y Manchester frente al mar que se lleva el premio especial del jurado. Así termina una nueva edición del festival de Gijón que, a pesar de lo mucho que algunos irresponsables han hecho por perjudicarlo, ha demostrado gran fortaleza gracias al meritorio trabajo de quienes lo han dirigido en estos años. Más medios y menos hostilidad es lo que debería recibir un certamen tan importante como este y sobre el que algunos no parecen tener conciencia de lo que supone para Asturias un festival que el año próximo cumplirá cinco décadas y media y que es referencia en España del mejor cine independiente internacional.

Toni Erdmann

de Maren Ade. Alemania, 2016. 162’.
26 de noviembre de 2016. Cines Centro, 54º Festival de Cine de Gijón (sección Gran Angular). V.O.S.

Toni Erdmann es el personaje que se ha inventado el padre de Inès. Ella es una eficaz ejecutiva alemana que trabaja en Bucarest y él es un bromista empedernido que está empeñado en mejorarle la vida. Por eso Toni Erdmann merodea por Bucarest.

Una historia sobre un padre y una hija que no se entienden bien. Una comedia que plantea si es posible ser feliz y trabajar en una multinacional. Dicho así y teniendo en cuenta que dura casi tres horas, Toni Erdmann no parece una película muy atractiva. Sin embargo, Mare Ade consigue mantenerse siempre en el filo de la navaja entre la comedia chusca y el melodrama tierno logrando que su película nunca sea ninguna de las dos cosas. Igual que la hija, uno encuentra a veces insoportable a ese padre que cree que disfrazarse puede ser un acto de amor. Aunque, como también le ocurre a ella, uno no puede dejar de reír con sus bobadas y sentir pena cuando mete la pata o cuando se va. Así que para cuando llega la fiesta nudista o la última escena en Alemania uno ya está tan entregado a la historia que se ha olvidado de mirar el reloj.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Ma'Rosa

de Brillante Mendoza. Filipinas, 2016. 110’.
25 de noviembre de 2016. Teatro Jovellanos, 54º Festival de Cine de Gijón (sección oficial). V.O.S.

Rosa y su familia tienen un quiosco en un barrio de Manila. Allí venden muchas cosas, entre ellas algunas drogas. Una noche la policía la detiene a ella y a su marido y los llevan a una comisaría. Allí tendrán que decir quién les suministra la droga. Y pedir a sus hijos que consigan cincuenta mil pesos para que esos policías corruptos se olviden del asunto y los dejen en libertad.

Veinticuatro horas con Rosa y su familia. Como siempre en el cine de Brillante Mendoza, la historia parece estar contada en tiempo real. Porque el director filipino hace que acompañemos siempre a sus humildes protagonistas. Porque no nos ahorra las fatigas de los traslados, ni esos momentos cotidianos que nos hacen sentirnos en su mundo. En Ma'Rosa encuentro todo lo que me encanta del cine de Brillante Mendoza: las heroínas humildes, la Manila ruidosa, el tagalo trufado de español, las familias que se protegen, el Estado desvanecido, los aguaceros calurosos, las calles cerradas, los hogares abiertos... Tras la retrospectiva de hace dos años y de su regreso el año pasado con Taklub ya está siendo casi una costumbre la presencia en el festival Gijón del estupendo cine de este magnífico director. Una buena costumbre que ojalá se mantenga.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Ospiti

de Matteo Garrone. Italia, 1998. 78’.
24 de noviembre de 2016. Cines Centro, 54º Festival de Cine de Gijón (sección: Matteo Garrone). V.O.S.

Dos jóvenes inmigrantes albaneses son acogidos por un fotógrafo en Roma. Durante unos días los seguiremos a los tres. Juntos y por separado. Y también a un hombre tosco que busca a su mujer perturbada.

La segunda de las historias de Terra di Mezzo es la base de esta película que, según comentó Matteo Garrone en el coloquio, es realmente su primer largometraje y el que tiene más contenido autobiográfico. De hecho, lo filmó en su propia casa y en aquel tiempo vivían con él esos dos jóvenes. Aunque para Garrone se trata de una obra casi de aprendizaje, su mirada naturalista anticipa una honestidad cinematográfica que da gusto reconocer en el autor de trabajos tan interesantes y sofisticados como los de sus películas más recientes. Por otra parte, tras casi dos décadas, el título y el contenido de esta película adquieren un nuevo significado en este tiempo en el que la actitud italiana parece una excepción en esta Europa tan poco hospitalaria. Por lo demás, además de un buen director, Matteo Garrone ha demostrado ser un buen tipo en el encuentro de esta noche. Aún recuerda y agradece el premio que por esta película recibió hace ya muchos años en el Cinema Jove de Valencia.

La profesora

de Jan Hrebejk. Eslovaquia, 2016. 102’.
24 de noviembre de 2016. Cines Centro, 54º Festival de Cine de Gijón (sección oficial). V.O.S.

Reunión de padres en un instituto de la Checoslovaquia comunista. Van a hablar sobre la profesora de sus hijos, una mujer poderosa con contactos en el partido. Y también una docente corrupta que condiciona las calificaciones de los alumnos a los favores de las familias.

Una película sobre un juicio en un aula. Una comedia sobre una mujer excesiva. Y un drama que, más allá de esta situación escolar y de su contexto político, trata sobre la socialización del miedo, como oportunamente subrayó Jan Hrebejk en el coloquio. Además del impecable tratamiento de los dos tiempos que se van intercalando en la película (la noche de la reunión de los padres y los avatares en el aula y en las familias), de la estupenda puesta en escena en aquellos años ochenta y de las impecables interpretaciones (especialmente la de Zuzana Mauréry), La profesora ofrece mucho más que una entretenida historia sobre una profesora impresentable. También es una sólida denuncia de los riesgos inherentes a esos entornos institucionales (y no solo en los regímenes totalitarios) en los que determinadas culturas profesionales pueden hacerse fuertes. Aunque no es fácil imaginar aquí corruptelas como las de esa patética profesora, tampoco son tan frecuentes los directivos escolares que tienen tan claro como los de esta película cuál debe ser su papel cuando los docentes entran en conflicto con las familias. No hay más que leer lo que algunos han escrito estos días sobre el tema de los deberes.

Lo tuyo y tú

de Hong Sang-soo. Corea del Sur, 2015. 86’.
24 de noviembre de 2016. Cines Centro, 54º Festival de Cine de Gijón (sección: Gran Angular). V.O.S.

Un amigo le habla mal a Youngsoo de su novia. Esa noche la pareja discute y ella se va. Luego vemos a Minjung en distintos encuentros con hombres. Algunos la habían visto antes pero ella dice no reconocerlos. Lo mismo le sucederá a Youngsoo cuando por fin la encuentre e intente reconciliarse con ella.

Después de que este festival le dedicara una retrospectiva hace tres años y de que el año pasado se llevara el premio a la mejor película con Ahora sí, antes no, Hong Sang-soo vuelve a la sección oficial con una nueva historia en la que hay encuentros en bares, gente que bebe (o ya no), parejas que se encuentran (o desencuentran) y también situaciones vividas por los personajes (o solo imaginadas). Historias mínimas de apariencia tosca que van componiento un dispositivo que siempre da bastante que pensar tras su aparente banalidad. En Lo tuyo y tú Hong Sang-soo nos plantea la posibilidad de reiniciar el amor, de evitar esa sedimentación con la que la convivencia va opacando lo que significó el primer encuentro, ese momento en el aún no había sobreentendidos ni recelos y en el que todo estaba por hacer. Eso es lo que Youngsoo busca al intentar enmendar el error de que le afecten los juicios ajenos. Y eso es lo que Minjung ofrece olvidándose de los hombres. Lo tuyo y tú es una nueva partida en este juego de fascinante sencillez que es siempre el cine de Hong Sang-soo.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Rosa Chumbe

de Jonatan Relayze. Perú, 2015. 75’.
23 de noviembre de 2016. Cines Centro, 54º Festival de Cine de Gijón (sección: rellumes).

Rosa Chumbe es policia de día y alcohólica de noche. También es ludópata, madre arisca y abuela irresponsable. Un ser patético que solo hallará redención cuando su santa tocaya haga un milagro que reparé el drama de la murte de su nieto.

Áspera, extrema, excesiva. Así es Rosa Chumbe. Una película sin apenas diálogos que, según dijo su director en el coloquio, pudo haber sido aún más cruda si las primeras versiones del guión hubieran llegado a la pantalla. Pero no es ni la acritud, ni los silencios, ni el drama excesivo su principal problema. Tampoco que oigamos los sonidos de las calles de Lima con la fuerza que hace tan reconocibles las de Manila en el cine de Brillante Mendoza. El problema es que la propuesta debería ser más verosímil o apostar más decididamente por lo mágico y lo surrealista (el tramo final de la película es lo mejor). También debería haber evitado esos planos de esteticismo incoherente (la mujer subiendo las escaleras..) o tan deliberadamente sucios que casi resultan manidos.

Inversión

de Behnam Behzadi. Irán, 2016. 84’.
23 de noviembre de 2016. Cines Centro, 54º Festival de Cine de Gijón (sección oficial). V.O.S.

Niloofar tiene un pequeño taller de confección en Teherán. Ella es la única hermana soltera y vive con su madre en la casa familiar. Tras un ingreso en el hospital, los médicos recomiendan que la anciana viva lejos de esa ciudad tan contaminada. Así que los hermanos lo preparan todo para que Niloofar deje su trabajo y se vaya con la madre al norte. Pero Niloofar no quiere cambiar de vida. Sobre todo ahora que ha conocido a un hombre.

Del cine iraní ya me he acostumbrado a esperar siempre lo mejor. Así que no tengo dudas para elegir película en esta sesión del festival. Y no es un prejuicio sino la evidencia empírica lo que me lleva a considerar que en Irán se hace un cine de poderosa sencillez, de cautivadora familiaridad y de indudable universalidad. Inversión es una historia familiar en la que siento que regreso a esa escalera que mi admirado Asghar Farhadi hizo tan famosa en Nadir y Simin, a las tensiones entre hermanos que van tejiendo las madejas de responsabilidades y culpas en tantas familias y a esos epicentros existenciales tan reconocibles para cualquier ser humano. Behnam Behzadi tiene el acierto de colocar a esa mujer inteligente y apasionada en el centro de una historia en la que también destacan la lucidez de la abuela y de la sobrina y el contraste con la inercia mezquina que a veces caracteriza a esa edad media de la vida en la nos que toca ser hijos, padres y hermanos a la vez. Al lado de las muchas bobadas repletas de tópicos que se proyectan en tantos ciclos de cine sobre género, Inversión es una sencilla muestra de lo bien que un cineasta puede mostrarnos la encrucijada vital de una mujer tenaz. Y no porque el suyo sea cine sobre género, sino simplemente porque es buen cine.