lunes, 16 de septiembre de 2013

El viejo Rock

de Pablo Sánchez Blasco. España, 2013. 85’.
15 de septiembre de 2013. Centro Niemeyer, Avilés.


Rock Hudson vendría a visitar a su padre, un anciano que vivía en un asilo de Pravia. La indagación sobre esta historia de los años setenta acaba relacionando a Braulio García, el supuesto padre del actor, con Emilio Pendás, otro vecino de su pueblo que también estuvo en Tampa y sabía de la importancia de coleccionar historias.

Aquella leyenda urbana sirve de base a este interesantísimo documental que es todo un homenaje a la memoria, a las historias y al arte de saber contarlas. El foco parece ser local (Pravia) y familiar (el entorno de Braulio, y luego el de Emilio), pero la película va hilvanando temas e historias con una libertad y una pertinencia espléndidas. El cine del oeste, la monarquía asturiana, la guerra civil, la emigración a América o el despoblamiento rural son tan centrales en este documental como la extraña historia del anciano que decía ser el padre del famoso comisario McMillan. La película está llena de deliciosos testimonios magníficamente dosificados en un relato poliédrico cuyas derivas multiplican el interés del espectador. Pablo Sánchez Blasco y Pedro del Río, el productor de la película, han elegido el Niemeyer para estrenarla. Con la modestia de los artesanos la presentaron brevemente y después de la proyección respondieron a las preguntas del público. El aplauso final fue muy sentido y ojalá sea premonitorio del éxito que merece tener este documental asturiano. Al salir del cine me acordé de otra historia que se cuenta en el pueblo de mi padre. Le llamé por teléfono y me refrescó algunos detalles: Jacques Chirac, el que fuera alcalde de París y presidente de la republica francesa, era en realidad hijo de Isidra y nieto de Dimas Marín (que había sido, por cierto, uno de los últimos de Filipinas). Sus orígenes están, por tanto, en El Cerro, un pequeño pueblo del sur de Salamanca. Otra historia que merecería ser investigada.