sábado, 28 de diciembre de 2019

Sin techo

de Xesc Cabot y Pep Garrido, 2019. 97’.
28 de diciembre de 2019. Cine Artistic Metropol, Madrid. V.O.S.

Seguimos de cerca a Juan, un barcelonés que pasa las noches al raso y los días deambulando con la única compañía de su perro y su botella de vino. Él solo tiene un afán, pero no lo sabremos hasta el final de un periplo que por una vez no es azaroso.

No habíamos estado nunca en el Artistic Metropol, un espacio radicalmente cinéfilo en la calle Cigarreras que parece primo hermano del Zumzeig de la barcelonesa calle Béjar. Y ha sido un gustazo conocerlo con esta película de hiperrealismo áspero, de profundidad de campo mínima y en la que las noches son siempre frías y vulnerables. No es un documental de denuncia pero sí es cine comprometido. Sobre todo con la voluntad de retratar unos días en la vida de un hombre que, sin mirar nunca a la cámara, nos revela la marginalidad existencial más periférica. Se nota que Xesc Cabot y Pep Garrido repudian cualquier subrayado porque saben que contra el ostracismo de los nadies no hay nada más eficaz que la verdad. Por eso algunas imágenes pueden parecer demasiado incómodas y desaliñadas. Como la vida de Juan. Como la de tantas personas que pasan los inviernos en nuestras calles. Para ellas la indigencia no tiene, como algunos piensan, etiología psiquiátrica, alcohólica o deliberada. De hecho, salir de ella no es solo cuestión de voluntad. Por si alguien lo duda, Sara Mesa lo deja meridianamente claro en su libro Silencio administrativo.

viernes, 27 de diciembre de 2019

Amazing Grace

de Allan Elliot y Sydney Pollack. EE.UU., 2019. 87.
27 de diciembre de 2019. Pequeño Cine Estudio, Madrid. V.O.S.

En enero de 1972 Sydney Pollack filmó dos actuaciones de Aretha Franklin en una iglesia de Los Ángeles que acabarían convirtiéndose en el doble álbum  más vendido de la historia de la música góspel. Sin embargo, el material filmado tenía problemas de ajuste entre imagen y sonido y no llegó a convertirse en película hasta que, once años después de la muerte de Pollack, Allan Elliot se ha encargado de restaurar y montar este documento único sobre aquel acontecimiento.

Imaginemos que en enero de 1992 Carlos Saura hubiera llevado varias cámaras a la última actuación de Camarón, aquel memorable concierto que dio con Tomatito en el colegio mayor San Juan Evangelista. Imaginemos que lo filmado no se hubiera convertido entonces en película y se montara ahora con un respeto máximo al ambiente original, sin retoques ni recortes, mostrando no solo el genio de aquel genio sino también el ambiente, los rostros y los gestos de quienes llenaron la sala aquella noche mítica. Algo así debe ser para el público de esa música el reencuentro con estas imágenes a las que el tiempo ha multiplicado su valor. Las tomas imprevistas, las involuntarias apariciones del propio Pollack ante la cámara o las de un Mick Jagger sentado entre un público mayormente negro y religiosamente abducido por un concierto histórico, componen una película singularísima que no es la grabación de un concierto ni tampoco un documental. Es un documento radicalmente inmersivo en un gran hito de la historia de la música negra.

jueves, 26 de diciembre de 2019

Historia de un matrimonio

de Noah Baumbach. EE.UU., 2019. 136’.
26 de diciembre de 2019. Cine Conde Duque VERDI Alberto Aguilera, Madrid. V.O.S.

El matrimonio entre una actriz y un director de teatro se rompe inesperadamente. Él tiene bastante éxito en el circuito independiente y está a punto de estrenar en Broadway. Ella quiere volver a Los Ángeles y trabajar en una serie porque siente que su vida es muy dependiente de él. Los dos son personas razonables que no desean una separación conflictiva. Pero las cosas se complican cuando contratan abogados. 

El director de Francés Ha, Mientras seamos jóvenes o Mistress America vuelve al tema de Una historia de Brooklyn desde la perspectiva de la pareja que se rompe. Tratándose de Baumbach era evidente que la historia tendría interés y el guión mucha calidad. Además, con Scarlett Johansson y Adam Driver en los papeles protagonistas había garantía de que los personajes serían más que convincentes. Por eso, aunque la ácida y bien planteada crítica a la abogacía (de la que solo se salva el personaje sensato y honesto que interpreta Alan Alda) justifica sobradamente la película, escenas como la de la gran discusión cuando todo está perdido en ese matrimonio aportan el clímax perfecto para un relato que fluye con la amargura y la inercia propia de las rupturas inesperadas.

Fin de siglo

de Lucio Castro. Argentina, 2019. 84.
26 de diciembre de 2019. Cines Renoir Princesa, Madrid.

Un argentino llega a Barcelona para pasar unos días en la ciudad. Allí encuentra a otro hombre con el que tiene sexo fugaz. O no tanto, porque se da cuenta de que en 1999 ya había estado otra vez con él. Y de que su vida sería distinta si llevaran viviendo juntos desde entonces.

Estuvimos a punto de verla en la Seminci y me alegro de que ahora nos la encontremos en Madrid. Lucio Castro nos ofrece una historia para armar sobre las vidas posibles de un amante en Barcelona. Poco importa si asistimos a encrucijadas biográficas o a meras ensoñaciones más o menos paralelas porque Fin de siglo es un prodigio de contención que, con un cuidado exquisito de los encuadres y el sonido, consigue que no sean necesarias muchas palabras para que resulte una película cautivadora. Y cuando las hay tienen ese hiperrealismo sosegado que hace tan grato seguir esta historia de amor que ha sido modelada con el aire sugerente y la sencillez deliciosa de un cuento de Cortázar. Nada menos.

martes, 24 de diciembre de 2019

Dovlatov

de Alexey German Jr. Rusia, 2018. 126’.
22 de diciembre de 2019. Teatro Filarmónica, Oviedo. V.O.S.

Las dificultades de un escritor empeñado en no someterse a las presiones que sufre su oficio en la URSS de los setenta. Vemos a Dovlatov con sus amigos en Leningrado luchando por abrirse camino en la literatura rusa y enfrentándose a la imposibilidad de publicar sin renunciar a su independencia. 

El ambiente bohemio y cómplice de los artistas rusos está magníficamente retratado con esa fotografía de colores cálidos en tiempos muy fríos. De hecho, me interesa más ese entorno urbano y humano que las peripecias de un personaje con cuya gestualidad empatizo menos que con sus circunstancias. Alexey German consigue que resulten fascinantes cada plano y cada escena de una historia sosegadamente dramática que tiene como escenario la misma ciudad en la que Kantemir Balagov sitúa veintitantos años antes la historia de esa joya titulada aquí como Una gran mujer. Estos días la ponen en Los Prados, así que mañana la volveré a ver. Lo hago porque la película es estupenda, pero también porque la oferta cinematográfica en las salas comerciales asturianas es raquítica. Menos mal que también existen salas públicas como el Teatro Filarmónica y programaciones tan notables como las de Radar. Sin ellas, serían insoportables meses como este en los que productos industriales como Frozen o Star Wars secuestran a las salas y a los públicos de una forma que me recuerda a aquellas Semanas Santas en blanco y negro en las que las procesiones parecían obligatorias y también nos dejaban sin alternativas en los cines y en la tele.

viernes, 20 de diciembre de 2019

La defensa, por la libertad

de Pilar Pérez Solano. España, 2019. 71.
20 de noviembre de 2019. Centro Niemeyer, Avilés


El papel de los abogados en la Transición española. Desde 1970 en que se celebró aquel IV congreso de su colegio profesional en León hasta la terrible matanza de Atocha y las consecuencias de la reacción cívica que tuvo para la consolidación de la democracia. Hay imágenes de la época y testimonios actuales de protagonistas notables de aquel tiempo.

Cristina Almeida, Óscar Alzaga, Manuela Carmena, Pablo Castellano, Antonio Garrigues Walker, Fernando Ledesma, José María Mohedano, Miquel Roca, Francisca Sauquillo y varios más. Sus recuerdos y valoraciones hacen muy estimable un documental que parece aspirar a tener el valor testimonial del Informe General de Pere Portabella (o al menos del segundo, el que dirigió hace cuatro años). Con un título un tanto extraño, la película de Pilar Pérez Solano es un encargo con motivo del 175 aniversario del colegio de abogados y eso explica la reivindicación de un gremio del que, en el coloquio que siguió a la proyección (con presencia de la directora y moderado por Javier Cuervo), Pedro de Silva cuestionó su protagonismo en la Transición democrática. A su juicio esa profesión era mayoritariamente franquista a finales de los sesenta. Así que el documental ha resultado tan interesante como el coloquio, sobre todo para quienes aquel tiempo es, antes que memoria histórica, memoria biográfica. De hecho, yo tenía catorce años y estaba en primero de BUP aquel lunes de enero en el que recuerdo en la radio nocturna la noticia de aquel atentado con el que 1977 comenzaba presagiando naufragios, aunque por fortuna terminó con unas Cortes constituyentes empeñadas en alcanzar consensos. En todo caso, lo mejor del documental no es el panegírico a la abogacía sino poder escuchar a algunos de esos políticos notables que, mientras hablan del pasado, nos dan también lecciones sobre el presente. Entre ellos Miquel Roca que, tras la sentencia del Tribunal Constitucional, escribía hace diez años en La Vanguardia un magnífico artículo titulado España tiene un problema y que en este documental dice algo tan sensato como que lo importante de la Constitución del 78 es la música con que se gestó (dialogante, pactista, incluyente...) y no una letra que debería cambiarse al ritmo de los tiempos. Seamos optimistas. Quizá este sea por fin el tiempo de hacerlo.

domingo, 15 de diciembre de 2019

El viaje de Marta

de Neus Ballús. España, 2019. 83.
15 de diciembre de 2019. Laboral Cinemateca, Gijón. V.O.S.

Marta pasa unos días de vacaciones con su padre y su hermano en un hotel de Senegal. Los dos viven con su madre y pocas veces viajan con él. Esta vez lo acompañan aprovechando que va a firmar unos contratos de su agencia de viajes con hoteles de la zona. Marta se aburre bastante y se lleva muy mal con su padre. Tan solo parece interesarle un joven que trabaja en el hotel y que graba con su cámara las excursiones de los turistas. 

El viaje de Marta y La hija de un ladrón. Dos películas catalanas que merecerían este año muchísimos premios. Por ejemplo, al magnífico trabajo de las jóvenes actrices que las protagonizan (Greta Fernández y Elena Andrada), al de esos actorazos que hacen de padres (Eduard Fernández y Sergi López), a unos guiones en los que la sutileza es compatible con el naturalismo y la sencillez y, por supuesto, a unas directoras que tienen mucho que contar y saben hacerlo sin imposturas. A Belén Funes la descubrimos con su primer largometraje, pero la singular mirada de Neus Ballús ya nos dejó cautivados en la Seminci de 2013 con aquella joya hiperrealista que se titulaba  La plaga. Así que no nos podíamos perder esta nueva película suya que solo ha tenido en Asturias dos proyecciones y que, por fortuna, hemos podido ver en versión original (algo raro en un país empeñado en que Cataluña sea española pero que no tiene claro si también lo es el catalán). El viaje de Marta es una historia pequeña y sutil que aportaría mucho a cualquier público. Es una película sobre las relaciones turísticas entre europeos y africanos sin la aspereza de la películas de Ulrich Seidl. Es también una reflexión sobre el papel de la cámara en la construcción de los relatos sin necesidad de sesudos ensayos. Y, sobre todo, una historia sobre la adolescencia y las relaciones paterno-filiales sin discursos edificantes. Puro naturalismo que deja espacio para que el espectador pueda verse reflejado en este retrato de un momento vital tan importante como el del tránsito dislocado de la adolescencia a la mayoría de edad. El viaje de Marta es una delicia apta y grata para muchos públicos. Sin embargo, serán pocos los que la podrán ver.

viernes, 13 de diciembre de 2019

Curiosa

de Lou Jeunet. Francia, 2019. 107.
13 de diciembre de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.

La vida sentimental y sexual de Marie de Régnier. Su familia la obliga a casarse con Henri pero su amante será siempre Pierre. Él es un apasionado de la fotografía y del sexo, así que colecciona amantes e imágenes eróticas. Pero su amor por ella será tan intenso como el que ella siente hacia él.

Los placeres de la desnudez y la mirada. De esto trata esta película, basada en una historia real, que consigue transmitir el equilibrio de una pasión sexual en la que se igualan los placeres de quien mira y quien se muestra. Así el coleccionista erótico no es depredador y quien está al otro lado de la cámara no es solo un trofeo deseable. Entre ambos se establece un vínculo que no es simétrico pero tampoco jerárquico. Aunque la película podría bordear para algunos la incorrección política al aproximarse desde la heterosexualidad a géneros cinematográficos que parecen de otros tiempos, lo cierto es que entre estos dos amantes hay una sintonía deliciosa que ya se manifiesta en esa escena, tan sensual y tan alegre, con que comienza una película que, además de la belleza de los cuerpos, ofrece estupendos encuadres y un ritmo alegre y nada enfático. Nada que ver con la afectadísima y sobrevalorada Retrato de una mujer en llamas de Céline Sciamma que también protagonizó Noémie Merlant.

Proxima

de Alice Winocour. Francia, 2019. 107.
13 de diciembre de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.

Una astronauta francesa se prepara con un ruso y un estadounidense para una misión espacial llamada Proxima que los llevará a Marte. Los entrenamientos son muy exigentes pero lo más difícil para ella es dejar a su hija Stella.

No es una película sobre la exploración del espacio exterior sino sobre el sufrimiento interior de quien tiene ese afán siendo madre. El tono es contenido y la historia tiene el acierto de terminar cuando la nave despega. Es, por tanto, una película intimista de sentimientos muy humanos y ahí están precisamente sus mayores aciertos. Aún así, el énfasis en la maternidad y el sobreentendido de que los compañeros masculinos no sufren tanto por dejar a sus hijos, me hace dudar sobre si se trata de un homenaje a las astronautas para las que habrá sido especialmente difícil salir al espacio o si se está reforzando el esencialismo tradicional sobre el vínculo maternal. Por otra parte, siendo un pero menor, también advierto pequeños problemas de verosimilitud. Sobre todo en el talante inicial del astronauta estadounidense hacia la protagonista y en la escapada de ella en la última noche.

martes, 10 de diciembre de 2019

Pintores y reyes del Prado

de Valeria Parisi. Italia, 2019. 90.
10 de diciembre de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.

El Prado de la mano de Jeremy Irons. Y no solo El Prado, también otros enclaves madrileños del arte. El hilo conductor son las colecciones reales de pintura, así que el relato comienza en la época en que Carlos I configuró el imperio español y nos recuerda que fue el buen gusto de Felipe IV el que hizo tan extraordinario ese patrimonio artístico que desde hace doscientos años luce en las paredes de nuestro museo más conocido. El Prado es el principal referente mundial para entender la historia de la pintura europea hasta siglo XIX. De eso trata este documental.

Solo dos proyecciones, una ayer y otra hoy. Y en una de las salas con menos luminosidad de los cines  Los Prados. La misma en la que vimos malamente hace dos semanas La hija del ladrón. Así se promueve el arte español. De modo que serán pocos los que podrán disfrutar de este estupendo documental que es toda una reivindicación de ese grandísimo museo y también de la historia de un país al que las mediocres ensoñaciones imperiales del franquismo convirtieron en amnésico. Por fortuna, este documental seguramente se verá en otros países y no serán pocos los que, tras escuchar a Jeremy Irons y ver nuestros cuadros, querrán visitarnos. Así que podemos estarle agradecidos a Valeria Parisi por difundir la importancia de un patrimonio del que parece que los españoles no somos muy conscientes. Algo que, por lo demás, también nos sucede con la riqueza de nuestro patrimonio lingüístico y con el natural. Después de ver el viernes pasado en Barcelona El cuadro y hoy en Oviedo Pintores y reyes del Prado pienso en lo magnífico que sería que todos los institutos de España se pusieran de acuerdo para obviar por un día esa patológica obsesión curricular llamada EBAU y en la mejor sala de que dispongan (o en la mejor sala de cine de su entorno) dedicaran una jornada a ver estas dos películas y a hablar sobre ellas. Creo que sería el día mejor aprovechado del año. Para eso no haría falta mucho dinero ni nuevas leyes. Tan solo aquel españolísimo aliento emancipador de los tiempos de la Institución Libre de Enseñanza, del Instituto Escuela o de La Barraca de Lorca. ¿Qué habría sido de este país si aquella actitud hacia la cultura no hubiera sido truncada hace ochenta años?

domingo, 8 de diciembre de 2019

El irlandés

de Martin Scorsese. EE.UU., 2019. 209.
8 de diciembre de 2019. Cines Arenas, Barcelona. V.O.S.

Un Frank Sheeran anciano se confiesa en un geriátrico. Así vamos repasando la vida de un hombre que aprendió a matar en la Segunda Guerra Mundial y que no dejó de hacerlo hasta aquel viaje para asistir en una boda que se acabó convirtiendo en el encargo más triste.

Tres horas y media impresionantes en una de las cuatro salas en que se puede ver en Barcelona esta magnífica película. Solo yendo a Madrid pudimos ver Roma en las debidas condiciones y solo viniendo a Barcelona hemos podido ver ahora esta monumental obra de Scorsese. Así es la contribución de Netflix a la destrucción del séptimo arte mediante la banalización de las formas de ver el cine. Pero mejor volvamos a lo que importa, a esta película de vocación intemporal que parece hecha siguiendo las distintas edades de un actor tan scorsesiano como un Robert de Niro inolvidable en este papel de irlandés entre italianos o unos actores tan magníficos como un Al Pacino que parece nacido para encarnar a este Jimmy Hoffa tremendo e impulsivo o como el de un Joe Pesci que sabe estar a la altura de esos dos gigantes y con el que Scorsese parece ofrecernos otra mirada sobre la figura del mafioso. En El irlandés hay referencias a la propia obra de Scorsese (como ese secuencia del comienzo que recuerda desde la edad tardía a la del arranque de Uno de los nuestros o como ese atentado en Columbus Circus que remite al de Taxi driver). Pero sobre todo hay un repaso a las conexiones entre el poder político y el crimen durante el último tercio del siglo XX en los Estados Unidos. Siguiendo la vida de un Frank Sheeran al que le duele lo indecible tener que matar al amigo pero al que le cuesta menos hacerlo que llamar luego a su mujer,  Scorsese nos va contando una historia que resulta diáfana y lineal pero que también nos relata con distintos ritmos: el de una confesión, el de un viaje en coche y el del repaso a una biografía truculenta. Los tres hilos conductores de la película remiten también a algunos de los temas clásicos de Scorsese: la confesión y el perdón. Así, como no podía ser menos, El irlandés tiene también una lectura en clave religiosa y, en el caso de Scorsese, católica. Por eso hay todo un testamento de buen hacer cinematográfico, una confesión de carácter político y una reivindicación de la dignidad y la familia en la mirada de esa niña ante un padre que cree protegerla ejerciendo la violencia y que, precisamente por ello no recibirá el único perdón que realmente le importa. Ojalá que El irlandés no sea la última película de Scorsese. Y ojalá que la próxima no se la entregue a Netflix.

sábado, 7 de diciembre de 2019

Los dos papas

de Fernando Meirelles. Reino Unido, 2019. 126’.
7 de diciembre de 2019. Cines Verdi, Barcelona. V.O.S.

El cardenal Bergoglio va a Roma para pedir permiso al papá para retirarse. Pero antes de salir de Buenos Aires recibe una invitación del Vaticano precisamente para que vaya a ver al papá. Serán encuentros muy cordiales en los que los dos hablarán de muchas cosas y en los que Benedicto XVI le anticipará si intención de dejar de ser papa. Bergoglio regresará a Buenos Aires sabiendo que pronto será Francisco.

La última vez que estuvimos en Barcelona vimos en los cines Boliche El viaje, otra película basada en hechos reales en la que dos hombres muy distintos tenían otro encuentro privado de gran trascendencia pública. La película de Meirelles tiene algo que ver con la de Hamm. Al menos en el gran interés de lo que cuenta, en la calidad del guión y en las excelentes interpretaciones de los actores. De hecho, Jonathan Pryce y Anthony Hopkins consiguen que todo el tiempo creamos estar viendo a Bergoglio y a Benedicto en lugares tan fascinantes como Casteldandolfo, la Capilla Sixtina o las estancias privadas del papa. La elegancia de los encuadres y la calidad del montaje son los que uno espera del cine de Meirelles. Pero el director brasileño consigue dar a este encuentro un interés, una verosimilitud y hasta un punto divertido que hacen que sea una delicia ver esta película. Y sobre todo poder verla en las mejores condiciones, las de la enorme sala de los renovados cines Verdi de Barcelona. Algo que no sería posible en otros lugares porque lamentablemente esta película la produce Netflix y ya sabemos lo que eso implica.

viernes, 6 de diciembre de 2019

El cuadro

de Andrés Sanz. España, 2019. 107.
6 de diciembre de 2019. Cinema Maldá, Barcelona.

Un documental de misterio sobre Las Meninas de Velázquez. Una indagación con expertos sobre el significado y los motivos del cuadro. Jonathan Brown, Manuela Mena, Javier Portús, Matías Díaz Padrón, Félix de Azua, Francisco Calvo Serraller, Keith Christiansen, Michael Gallagher, Antonio López y hasta Dalí hablan de la obra pero no agotan su enigma. Si acaso lo multiplican en una película extraordinaria que le da mil vueltas a cualquiera de los documentales que vemos de vez en cuando en Exhibition on Screen y similares. Hay que tener mucho valor para hacer una película de misterio sobre Las Meninas (y sobre el misterio de Las Meninas) y estar la  altura. Andrés Sanz lo consigue. Nada manos.

Si España no fuera España los españoles demandarían que esta película se proyectara en sus cines en tantas salas como las que este mes son ocupadas por Frozen y Star Wars. Y aún así habría colas. Si España no fuera España los españoles estarían fascinados desde hace generaciones por el misterio de Las Meninas y orgullosos de hablar la misma lengua que Velázquez. Si España no fuera España los profesores españoles habrían visto ya esta película y hablarían a sus alumnos del cuadro y de El cuadro. Si España no fuera España esta película arrasaría en los Goya y el público de otros países nos tendría envidia por Las Meninas y por El cuadro. Pero España es España y solo viniendo a Barcelona hemos podido ver en el día de la Constitución esta película que se proyecta únicamente en el Cinema Maldá y solo en tres pases esta semana. La habitación, La foto, La trama, El aposentador, La caja, Fantasmagorías, Borrones, Fábulas, La escena del crimen, El coleccionista, El regalo y Coda. Esos son los títulos de los doce capítulos en que Andrés Sanz ha organizado este documental de misterio en el que hay expertos, maquetas, figuras animadas, secuencias de otras películas, radiografías y hasta un teatro para ilustrar las posibles miradas sobre una obra que rompió la cuarta pared antes de que nadie supiera qué era eso, que trastocó las relaciones entre sujeto y objeto antes de que Kant hubiera nacido y que mostró que especular tenía que ver con pensar aún más que con ese hermoso juego de espejos que hace años acompañaba en El Prado la contemplación del cuadro. Velázquez consiguió que entrando en Las Meninas no consigamos salir del cuadro (ni de nuestra cabeza mientras lo contemplamos). Andrés Sanz ha conseguido además que no queramos hacerlo y, como dice Antonio López, sintamos la necesidad recurrente de volver a él. Claro que para entender todo esto hay que entrar en la cámara oscura que también es un cine o un teatro y dejarse abrumar por el arte que hay a raudales en películas como esta.

jueves, 5 de diciembre de 2019

El traidor

de Marco Bellocchio. Italia, 2019. 145.
5 de diciembre de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.

El traidor es Tommaso Buscetta y su traición consistió en ayudar al juez Falcone a desentrañar la estructura de la mafia siciliana y procesar a muchos de sus integrantes. Le seguimos desde los tiempos en Sicilia, sus exilios en Brasil y Estados Unidos y también sus declaraciones en los juicios.

Un interesante repaso a aquellos tiempos terribles en los que Buscetta fue determinande para que la mafia siciliana empezara a pasar a la historia. Con la ayuda de la estupenda interpretación de Pierfrancesco Favino en el papel protagonista, Marco Bellocchio consigue contar esa historia con claridad y detalle, y también con cierta gracia (las escenas de los juicios son verdaderamente sorprendentes). Entre las cosas buenas de la película está el homenaje a la buena relación entre Buscetta y el Falcone, aquel juez ejemplar que pagó con su vida su tenacidad en la defensa de un Estado de derecho que quizá no merecía ese nombre.

martes, 3 de diciembre de 2019

Puñales por la espalda

de Rian Johnson. EE.UU., 2019. 130.
3 de diciembre de 2019. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

En la noche en que acaba de celebrar con su familia sus ochenta y cinco años, Harlam Thrombey aparece muerto en su habitación con un gran corte en la garganta. Él es un novelista de éxito que se ha hecho muy rico. Cada uno de sus hijos ha discutido recientemente con él y podría tener motivos para matarlo. Además de los policías, en la investigación tiene un papel destacado Benoit Blanc, un agudo detective que interroga a los familiares y también a la asistenta de Harlam. Marta tenía una estupenda relación con él y le dio su medicación esa noche.

Ha sido un gustazo poder escuchar las voces en inglés de los estupendos actores que interpretan esta historia. Y es que, en Los Prados han decidido que una de las proyecciones diarias de esta película sea en versión original subtitulada. Ojalá se convierta en costumbre y se programen también así películas no anglosajonas. Puñales por la espalda (en realidad Knives out) se mueve en el filo de la navaja (nunca mejor dicho) entre el género detectivesco clásico y la comedia irónica. Un equilibrio perfecto que resulta una delicia para el espectador tanto por el tono y la ambientación como por la construcción de la trama y por la acertada dosificación de  las sorpresas hasta el final de la historia. Rian Johnson (el director de Looper) ha conseguido hacer que su película sea una comedia pero no boba, una historia de detectives pero no dramática y una historia muy británica pero no afectada. Y por si todo esto fuera poco, el personaje principal es esa asistenta latinoamericana buena y honesta de la que esos malcriados ingleses no saben si es ecuatoriana, paraguaya, uruguaya o brasileña. Puñales por la espalda compondría un díptico perfecto con La odisea de los giles, la estupenda película de Sebastián Borensztein con la que comparte estos días cartelera. Quien no las haya visto puede disfrutar todavía de una divertida sesión doble de buen cine en inglés y en argentinísimo español. Lo digo muy en serio. Y yo no suelo recomendar comedias.

domingo, 1 de diciembre de 2019

Un joven ruso

de Alexander Zolotukhin. Rusia, 2019. 72.
1 de diciembre de 2019. Laboral Cinemateca, Gijón. V.O.S.

Un jovencísimo soldado ruso queda ciego en su trinchera tras un ataque con gas durante la Primera Guerra Mundial. Él no quiere volver a casa así que le encargan vigilar el cielo y avisar cuando escuche que llegan aviones alemanes.

¿Puede haber mayor desamparo que ser ciego en una guerra? El desasosiego que produce la situación de este soldado, que ya parecía desvalido antes de perder la vista, es aún mayor con ese grano historicista y esa relación de aspecto casi cuadrada que tiene la película. Pero las imágenes y sonidos de la guerra se entremezclan con los del ensayo de una orquesta que bien podría estar preparando ahora algo así como la banda sonora de la película. Así que la sensación de inmersión y distanciamiento simultáneos que tiene el espectador hacen extraña y a la vez poética la contemplación del infortunio del joven soldado. Alexander Zolotukhin consigue que este ensayo sobre la ceguera y la guerra lo sea también literalmente en su singular película.

sábado, 30 de noviembre de 2019

La hija de un ladrón

de Belén Funes. España, 2019. 102.
30 de noviembre de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.

Sara sale adelante como puede. Vive en un piso de acogida con su bebé y trabaja como limpiadora aunque está a punto de conseguir un contrato como auxiliar de cocina. También está intentando tener la custodia de su hermano pequeño que vive ahora en un centro de menores. Ella es una joven tenaz que no se rinde. Pero también querría tener más afecto. Por ejemplo, el del padre de su hijo, un chico con el que se lleva muy bien pero que sigue viviendo en casa de sus padres. O el de su propio padre que acaba de salir de la cárcel y le complica la vida.

Algunas primeras películas son ya una joya. Por ejemplo, esta de Belén Funes que por el tema y por las formas es fácil comparar con el cine de los hermanos Dardenne. Mejor dicho, con sus mejores películas (Rosetta, La chica desconocida...) y en esa comparación Belén Funes saldría muy bien parada. Aunque si hubiera que buscar referencias nacionales se me ocurren algunas tan magníficas como La herida de Fernando Franco o La soledad de Jaime Rosales. Así de buena es esta historia en la que interesa tanto esa cotidianidad que vemos como lo que intuimos de la vida anterior de los personajes. Solo el título se hace extraño en una película con interpretaciones memorables de Greta y Eduard Fernández. Por este papel ella debería recibir muchos premios y muy buenas propuestas para otros trabajos notables y él... Bueno, dejémosle todo el protagonismo a ella que el buen hacer de su padre es ya resabido. La hija de un ladrón podría tener también parentesco con el mejor cine de Ken Loach, pero la mirada de Belén Funes es más sutil y contenida. No es la denuncia de injusticias lo que aquí se presenta. De hecho, hay bondad en todos los personajes y nadie es realmente culpable de la aspereza de las vidas que se retratan. Ni siquiera ese padre impulsivo y emotivo y que resulta tan normal como la vida de la que habla Sara cuando le preguntan por la suya. La hija de un ladrón es cine superlativo que no merece ser vista en unas condiciones de proyección lamentables que las producciones estadounidenses no permitirían en ninguna sala para sus aparatosos engendros. Hace unos días veíamos Madre de Rodrigo Sorogoyen, otra joya española que le da mil vueltas a la mayoría de las películas vecinas en la cartelera, e igual que nos ha pasado con esta tuvimos que conformarnos con verla con una luminosidad bajísima que seguramente algunos espectadores habrán achacado a la voluntad de sus directores y no a la falta de control sobre las condiciones en que se exhiben en nuestro país las obras de arte. Y es que conviene recordarlo: aunque mucho de lo que se proyecta en las salas comerciales no lo sea, algunas películas siguen siendo buena prueba de por qué al cine se le llama séptimo arte.

La odisea de los giles

de Sebastián Borensztein. Argentina, 2019. 116.
30 de noviembre de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.

En 2001 un matrimonio de una pequeña ciudad de la provincia de Buenos Aires convence a algunos amigos para juntar dinero con el que reabrir una vieja cooperativa agrícola. Con las mejores intenciones consiguen los dólares pero, en la víspera del corralito, el gerente y un abogado del banco los convence para que los pongan en una cuenta en pesos con la que tendrán más fácil conseguir un crédito por la cantidad que les falta. Así que sus dólares acabarán en una bóveda de seguridad en medio del campo. Pero esta vez los giles deciden que no van a serlo.

La nacionalidad y el elenco me animaron a ver una película de la que no esperaba mucho (si al final resultaba una comedia imbécil del tipo Ocho apellidos vascos, al menos tendría la gracia del acento). Pero, al contrario que Parásitos, La Odisea de los giles es una película con pocas pretensiones y mucho interés. Además de unas interpretaciones magníficas (los dos Darín, Luis Brandoni, Verónica Llinás y Daniel Aráoz están estupendos) la película de Sebastián Borensztein tiene un guión afinadísimo en el que la mala leche, la ternura, la ironía, la ingenuidad y la sutileza se combinan de forma perfecta con esa deliciosa agilidad verbal característica de los argentinos. La historia (y la pertinencia de las músicas) recuerda un poco a esos ajustes de cuentas tan bien contados que a veces firman los hermanos Coen y, aunque tiene más ternura que los impresionantes Relatos salvajes  de Damián Szifrón, no deja de tener también cierto parentesco con ellos. Nada menos.

jueves, 28 de noviembre de 2019

Parásitos

de Bong Joon-ho. Corea del Sur, 2019. 132.
28 de noviembre de 2019. Cines Parqueastur, Avilés.

A una familia que vive casi en un sótano y en la que ni los padres ni los hijos trabajan le empiezan a ir mejor las cosas. Un amigo del hijo se va por un tiempo fuera del país y le encarga que le sustituya en las clases particulares que da a la hija de una familia acomodada. Sin desvelar la relación entre ellos, el hijo consigue que su hermana le de clases al hijo menor de los potentados. Y luego que el padre sustituya al chofer y la madre a la asistenta. Así que todo parece ir muy bien hasta una noche en que la familia rica sale de la casa y los parásitos deciden quedarse en ella.

Entretenida, inquietante, divertida y, al final, sangrienta y truculenta. Comprendo perfectamente que Parásitos haya seguido varias semanas en las carteleras comerciales, lo que no entiendo es el valor que se le ha dado en algunos festivales (por ejemplo, la Palma de Oro en Cannes). No está nada mal la historia ni la forma de contarla, pero se me hace difícil encontrar, más allá de lo obvio, sutilezas, simetrías o lecturas que justifiquen que se haya convertido en una película casi de culto. Quizá sea que, por venir de Corea, un enredo que no aporta nada que no haya contado ya Berlanga parezca más valioso de lo que realmente es. Así que la veo con agrado, pero no creo que la recuerde como algo especial.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Hasta siempre, hijo mío

de Wang Xiaoshuai. China, 2019. 175.
27 de noviembre de 2019. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. V.O.S.

Dos matrimonios unidos por la amistad y por un tremendo drama. En un día de los años ochenta sus hijos discrepaban al borde de un pantano sobre si debían bañarse. Uno presionó al otro para que lo hiciera y este se ahogó. Aquella tragedia marcó las vidas de sus padres durante casi cuatro décadas. Un tiempo en el que China pasó de las herencias de la Revolución Cultural y la política del hijo único a esa extraña variante del capitalismo que ha convertido al país en un mastodonte completamente irreconocible.

Una larguísima epopeya familiar con tragedia al comienzo y ternura al final. Quizá sea que hoy estaba algo espeso, pero no se me ha hecho fácil reconocer el puzle de personajes que se nos muestran en distintos tiempos. No soy buen fisonomista (y menos para los chinos) así que este embarajamiendo de edades y escenas me ha hecho difícil seguir una historia que, contada de otra manera, seguramente me resultaría muy sugerente. Así que hecho de menos que este melodrama con pinta de estupendo no tenga la textura y la claridad de otro con el que tiene cierto parentesco. Me refiero a La vida invisible de Eurídice Gusmão de Karim Aïnouz que vimos en octubre en la Seminci. Seguramente la película china es tan estupenda como la brasileña pero yo seguí mucho mejor la historia de aquellas hermanas que la de estos matrimonios.

martes, 26 de noviembre de 2019

Los miserables

de Ladj Ly. Francia, 2019. 102.
26 de noviembre de 2019. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

Stéphane se incorpora a la brigada de policías que trabaja en un barrio especialmente conflictivo de París. Sus compañeros son un tipo bastante pendenciero y otro algo más responsable. En las rondas de cada día se dan situaciones complicadas. Sobre todo por las provocaciones del policía macarra y algunos errores del otro. Como disparar una bengala a un adolescente que había robado un cachorro de león.

"No hay malas hierbas ni hombres malos, sino malos cultivadores". Con esa cita se cierra una película que desde el título hasta las localizaciones quiere rendir homenaje a Víctor Hugo. Un homenaje actualizado en el que hay referencias a los graves conflictos raciales y las tensiones con la policía que se han dado en París en las últimas décadas. Los tres policías son arquetípicos: el provocador, el dubitativo y el sensato. En la escena final parece sugerir que de la actitud de las nuevas generaciones y de los policías puede depender que se prenda o no la mecha de unos conflictos que siempre parecen bien cebados. Sea acertada o no esa tesis, lo cierto es que Ladj Ly filma con brío una historia ásperamente inmersiva sobre la cotidianidad del trabajo de unos policías nada ejemplares en un barrio miserable.

lunes, 25 de noviembre de 2019

Madre

de Rodrigo Sorogoyen. España, 2019. 129.
25 de noviembre de 2019. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

Hace diez años Elena perdió a Iván. Lo sabemos por esa desgarradora conversación telefónica que la madre mantiene con el niño perdido en una playa francesa. Desde entonces ella vive allí. Y busca en los rostros de los adolescentes que se encuentra en la arena algo que le recuerde a aquel hijo. Lo encontrará en un chico parisino con el que mantendrá una relación singular.

El primer plano secuencia es el sobrecogedor cortometraje con el que Rodrigo Sorogoyen obtuvo hace dos años un Goya y mereció conseguir también un Oscar. Solo por encontrarlo ahora como preámbulo en esta espléndida película ya ha merecido la pena venir a verla. Pero la historia continúa diez años después con el personaje doliente que interpreta una Marta Nieto impresionante acompañada magníficamente por el joven Jules Porier y por ese Àlex Brendemühl al que siempre da gusto ver. Madre es un verdadero ensayo sobre el duelo y el amor. O mejor dicho, sobre el consuelo y los amores. Una joya bilingüe que me confirma, no solo que Sorogoyen es un director sobresaliente, sino que, siendo impecable en películas tan buenas como Que Dios nos perdone o en Reino, donde se revela como un cineasta imprescindible es en los retratos humanos y en la forma en que sigue los movimientos de los afectos en películas como esta o Stockholm. Seguramente recibirá propuestas para hacer cine espectacular y sin duda hará obras magníficas, pero yo preferiría que hiciera más películas con caligrafías psicológicas y formales tan perfectas como estas.

Intemperie

de Benito Zambrano. España, 2019. 103
25 de noviembre de 2019. Cines Parque Principado, Lugones.

En el secarral español de los años cuarenta, un niño valiente huye de un capataz canalla. El niño solo tendrá la ayuda de un cabrero pero al perseguidor le sobran secuaces. Al final habrá un duelo al sol en versión ibérica.

Según la recuerdo, la fuerza de la novela de Jesús Carrasco estaba en el relato de una huída crudísima por tierras extremeñas desde la perspectiva de un niño. Sin embargo, Benito Zambrano nos tiene muy al tanto de la persecución y del perverso talante de los malos. Así que esa película seca, existencial y sobrecogedora que uno imaginaba leyendo la novela se ha convertido aquí en algo mucho más obvio. Tanto que hasta el lenguaje de muchos personajes está convenientemente adaptado para que resulte apto para los públicos urbanos. Y es una lástima porque en Intemperie había mimbres para una magnífica película. Aunque viendo esos créditos iniciales en los que el Grupo Planeta se encarga de aclarar que la novela que publicó Seix Barral les pertenece  a ellos y después de comprobar que no hay ninguna referencia a las tierras extremeñas que daban sentido a la historia está claro que los intereses de la producción han debido ser más importantes que la calidad del resultado. Una lástima.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Cuando fuimos brujas

de Nietzchka Keene. Islandia, 1990. 78.
24 de noviembre de 2019. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

En un tiempo remoto y en un espacio lejano dos hermanas huyen tras la muerte de su madre que ha sido quemada por bruja. La mayor consigue enamorar a un viudo que vive solo con su hijo. La pequeña tiene visiones extrañas, entre ellas las de la madre del niño. Él no quiere que la recién llegada sustituya el recuerdo de su madre.

Ver a una Bjork preadolescente es uno de los alicientes de esta película en la que un guión en inglés y unos paisajes islandeses conforman una historia con una estética que me recuerda la del Bergman de El séptimo sello. Formas muy clásicas y contenidos casi míticos en una película que parece más antigua de lo que realmente es. De hecho, aún no ha cumplido tres décadas pero la vemos porque ha sido restaurada como las del cine más clásico.

Las vidas de Marona

de Anca Damian. Francia, 2019. 92’.
24 de noviembre de 2019. Teatro Jovellanos. 57º Festival de Cine de Gijón (Sección oficial). V.O.S.

Repasar la vida como en una película. Eso es lo que hace Marona, una perrita a la que acaba de atropellar un coche. Así sabemos que sus padres fueron un perrazo con pedigrí y una perrita mestiza y que nuestra Marona era la novena de su camada. A lo largo de su vida conoció y quiso a muchos humanos (aunque algunos no lo eran tanto). Desde el funambulista que la crió hasta la niña deliciosamente caprichosa con la que vivió en los últimos años.  

Una maravilla para todos los públicos. Un homenaje animado a la ternura y a la belleza. A la ternura que inspiran los animales y a la belleza que se percibe en unas imágenes llenas de referencias al arte. Una joya en esta tarde de domingo en que termina el festival que se proyecta porque ha recibido (y merecido) el premio del público. En el patio de butacas del Jovellanos solo había dos niños que, igual que los adultos, seguro que han disfrutado lo indecible con Las vidas de Marona. En este mismo fin de semana habrán sido muchos miles los que han sido abducidos por la hiperpublicidad de Frozen 2, ese producto con el que Disney ha secuestrado cientos de salas españolas impidiendo que se puedan ver otras películas en ellas. Por ejemplo, Madre de Rodrigo Sorogoyen que, igual que otras películas, ha desaparecido este fin de semana de la cartelera de nuestros cines para dejar sitio al primer fagocitador de públicos de la temporada invernal (dentro de pocas de semanas hará lo propio Star Wars sin que ningún gobierno se atreva a imitar la costumbre francesa de proteger a la cultura europea de la agresividad de la industria americana). Todo un síntoma de los tiempos. Pero, volviendo a lo que importa, ha sido estupendo que Las vidas de Marona haya sido la última película que hemos visto en esta edición de un festival que ha dado, como esperaba, el premio a la mejor película a Vitalina Varela de Pedro Costa. Entre el resto de las premiadas me alegro de que estén System Crasher (aunque solo sea con el premio a la mejor película dirigida por una mujer), Rondas (aunque solo sea con el premio a la mejor actriz) y Blanco en blanco (aunque solo sea con un premio un tanto marginal que concede una empresa). Me hubiera gustado que se hubiera reconocido el gran valor de la islandesa A white, white day, aunque solo fuera por aumentar la probabilidad de que se exhiba en España una película tan magnífica como esa. En todo caso ha sido un gustazo, como siempre, venir a Gijón estos diez días para cumplir este maravilloso rito anual de elegir y ver todo el cine que se pueda en este querido festival.

sábado, 23 de noviembre de 2019

Vitalina Varela

de Pedro Costa. Portugal, 2019. 124’.
23 de noviembre de 2019. Cines Yelmo, 57º Festival de Cine de Gijón (Sección oficial). V.O.S.

Vitalina Varela llega a Lisboa tres días después del fineral de su marido. Hace décadas que esperaba hacer este viaje desde Cabo Verde. Ahora ocupará la chabola en que vivía su marido como emigrante poco afortunado en Portugal.

Retrato cercano del duelo de una mujer formidable. Un personaje poderoso que evoca un pasado de anhelos y tristezas en Cabo Verde y Portugal. Una reflexión sobre la marginalidad del lumpen de los marginados en un país situado en los márgenes del Europa. Excepto la luminosa escena del final en el cementerio, la película se desarrolla en espacios nocturnos e interiores (incluso cuando no lo son). Bellamente iluminadas y compuestas, sus escenas son como estampas que tienen la belleza áspera  de los claroscuros tenebristas. Vitalina Varela es visualmente pictórica y con maneras más teatrales que cinematográficas. Sus textos, entre poéticos y oníricos, evocan más que muestran y eluden más que explican. Cuando comienza la proyección ya sabemos que la película ha sido la ganadora de esta edición del festival. No sé si el jurado la habría elegido si su autor no fuera Pedro Costa ni tampoco tengo claro si al seleccionarla no se estará premiando a si mismo reconociendo el valor de una obra que antes se consagró en Locarno. En todo caso, me alegra haber podido verla en este festival y mejorar así la imagen que tenía de este director cuando vi su extraña aportación a Centro Histórico, aquella espléndida película en la que compartía metraje nada menos que con Manoel de Oliveira y con Víctor Erice.

viernes, 22 de noviembre de 2019

Piazzolla: Los años del tiburón

de Daniel Rosenfeld. Argentina, 2019. 90’.
22 de noviembre de 2019. Centro Niemeyer, Avilés. 57º Festival de Cine de Gijón (Sección: Radio 3 - Extensiones).

La preparación de una exposición en Buenos Aires sobre Astor Piazzolla sirve de motivo para que su hijo lo recuerde. Hablando de él y con numerosas imágenes y grabaciones de su vida y su trayectoria.

Para mi la emoción de la música de Piazzolla es el recuerdo del Libertango sonando en la azotea del hotel Plaza Fuerte de Montevideo en una tarde inolvidable. Así que no podía perderme la proyección en el Niemeyer de este documental sobre un artista que no sé si hacía o no tangos, pero que compuso e interpretó músicas fascinantes. Por suerte, Piazzolla ha tenido el documental que se merece. Exhaustiva y con multitud de imágenes que no hacen necesarios apenas otros comentarios que los suyos y los de su hijo, la película de Daniel Rosenfield no tiene nada que ver con los documentales convencionales que participan en la sección oficial y que se salvan por los temas tratados y no por sus valores formales. Así que ha sido una delicia musical y cinematográfica ahora que estamos enfilando el tramo final del festival.