viernes, 24 de julio de 2015

Santa María de Iquique, cien años después

de Juan Pablo Minguillón. Chile-España, 2007. 94’.
24 de julio de 2015. Nuevo Teatro Circo, Cartagena.

El 21 de diciembre de 1907 cientos, quizá miles, de trabajadores chilenos que habían bajado de las explotaciones de sal para reclamar sus derechos fueron asesinados en la escuela Santa María de Iquique. En 1969 Luis Advis levantó acta de aquellos hechos componiendo para Quilapayún la célebre Cantata de Santa María de Iquique.

Desde el cabo Cope, donde estamos pasando unos días, nos acercamos a Cartagena para ver algo del festival La Mar de Músicas que este año tiene como país invitado a Chile. Así nos encontramos con este documental que rememoraba la composición de aquella célebre cantata (que pronto cumplirá medio siglo) y que fue estrenado en el centenario de los hechos que la inspiraron. Hay comentarios de los miembros de Quilapayún, de varios músicos españoles (Victor Manuel, Sabina, Paloma San Basilio, Labordeta, Miguel Ríos, Rosa León, Aute), de Saramago, de la viuda de Victor Jara... Todos hablan de lo que significó aquella composición, a medio camino entre la música culta y el folclore, que muy pronto se convirtió en un himno que, recordando el pasado, casi denunciaba aquel presente de Chile. Las grabaciones del concierto en Talca y las lecturas de algunos pasajes de la cantata se combinan con acierto en un documental que, como dice Saramago al final, merecería tener ojos para verlo, oídos para escucharlo y sensibilidad para entenderlo. Por eso hacen falta cines en los que, proyectándose películas como esta, puedan multiplicarse los ojos, los oídos y la sensibilidad.

viernes, 17 de julio de 2015

Amy

de Asif Kapadia. Reino Unido, 2015. 128’.
17 de julio de 2015. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

Amy Winehouse. Desde que era una niña hasta su muerte a los ventisiete años. Imágenes de su vida privada, de la fulgurante carrera de una chica con voz de jazzista madura y con pasiones que la hicieron demasiado vulnerable.

El pasado miércoles Elvira Lindo escribía en El País sobre las necrológicas de los cantantes. De los tuvieron más carácter que voz, como Javier Krahe, y de los poseyeron voces de las que sacuden las entrañas. Así era la de Amy Winehouse. Y es algo que se intuye en la voz de esa adolescente que canta en el cumpleaños de su amiga. Momentos como ese componen un documental que es un detallado recorrido por la vida de una joven judía que no tuvo más éxito del que merecía, pero sí más del que podía manejar. Se oyen testimonios que interpretan su vida desde el presente, pero todas las imágenes son de grabaciones anteriores a su muerte. Las letras de muchas canciones acompañan sobreimpresas las escenas que se van sucediendo con un montaje cuidado y laborioso durante dos horas que se hacen cortas. Especialmente en esta sesión en que pudimos ver la película como se debe: en versión original.

miércoles, 15 de julio de 2015

Los castores

de Antonio Luco y Nicolás Molina. Chile, 2014. 66’.
15 de julio de 2015. Teatro Filarmónica, Oviedo.

Dos biólogos van a una isla de la Tierra del Fuego invadida por castores. Más que estudiarlos, su propósito es erradicarlos. A tiros (pero no "al tiro").

Si una pareja (sentimental) de graduados (mediocres) hubiera conseguido una beca para un proyecto ambiental y se hubiera puesto de acuerdo con dos egresados (también mediocres) de una escuela de cine interesados en hacer un documental de temática original y emplazamiento exótico, el resultado podría haber sido esta película. Lo extraño es que un producto tan poco acertado (en el contenido y en la forma) haya encontrado acomodo en la programación (nada mediocre) a que nos tiene acostumbrados El Documental del Mes.

domingo, 12 de julio de 2015

Los héroes del mal

de Zoe Berriatúa. España, 2015. 98.
12 de julio de 2015. Teatro Filarmónica, Oviedo. III Festival Internacional de Cine y Arquitectura.

Tres adolescentes marginados que se unen. Primero para defenderse. Luego para vengarse. Son los héroes del mal.

Los adolescentes como perversos polimorfos. Esa podría ser la tesis de una película (otra más) para reforzar ese imaginario que concibe los institutos como lugares peligrosos habitados por seres intratables. Entre la deliciosa infancia y la sosegada vida adulta parece existir una edad aquejada por todos los males y en la que cualquier maldad es posible. Los héroes del mal casi podría verse como cine gore lleno de violencia y mal rollo si no fuera por sus pretensiones naturalistas que acaban haciéndola aburrida. Así que no entiendo la decisión del jurado de la prensa que le ha concedido el premio de la crítica en esta edición del Ficarq. Los héroes del mal queda muy lejos de aquel otro trío, también formado por dos chicos y una chica, sobre el que Patricia Ferreira aportó una mirada mucho más sutil en su magnífica Los niños salvajes.

Escapes de gas

de Bruno Salas. Chile, 2014. 72.
12 de julio de 2015. Teatro Filarmónica, Oviedo. III Festival Internacional de Cine y Arquitectura.

La celebración en Santiago de Chile de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo en 1972 era una ocasión para mostrar al mundo la vía chilena al socialismo que lideraba Salvador Allende. Para ese fin se levantó en solo 275 dias el edificio UNTAD III, un ilusionante reto en el que colaboraron trabajadores, artistas de vanguardia y arquitectos influidos por el movimiento moderno. El resultado se convirtió en un icono y por eso fue objeto de una agresiva transformación tras el golpe de 1973. La gestación de aquel proyecto, su destino en los años de la dictadura y su recuperación actual motivan una película que es también un homenaje a Félix Maruenda, el escultor que diseñó la singular estructura para la salida de gases.

Imágenes de distintas épocas y declaraciones de algunos testigos se van sucediendo en este documental que muestra hasta qué punto la arquitectura puede ser espejo (incluso roto) de la historia. Algo que Escapes de gas tiene en común con Campaneros, la película avilesina con la que comparte el premio al mejor documental de esta edición del Ficarq y que reseñé aquí en febrero.

jueves, 9 de julio de 2015

The competition

de Ángel Borrego Cubero. España, 2013. 90.
9 de julio de 2015. Auditorio Príncipe Felipe, Oviedo. III Festival Internacional de Cine y Arquitectura. V.O.S.

La construcción del Museo Nacional de Arte de Andorra en una parcela en medio de Andorra la Vella. Ese es el objetivo de un concurso al que son invitados los arquitectos más prestigiosos del mundo (los premios Priztker y similares). Jean Nouvel, Frank Gehry, Dominique Perrault y Zaha Hadid participan en él y preparan sus proyectos. También lo iba a hacer Norman Foster, pero se retiró cuando conoció una de las condiciones: que se permitiera grabar imágenes para este documental durante la preparación de los proyectos y en su presentación ante el jurado andorrano.

Una experiencia única. La de conocer la vida cotidiana de los grandes estudios de arquitectura mientras preparan a contrarreloj sus proyectos y la forma en que los defienden ante un jurado a puerta cerrada. Ángel Borrego Cubero consigue que su cámara no moleste (salvo a Norman Foster que no quiso aceptarla) y podamos ver cómo se trabaja dentro de esos estudios que tanta proyección tienen fuera. Así descubrimos que Frank Gehry es tan majo como nos muestra el documental de Sidney Pollack, que Dominique Perrault parece un arquitecto apasionado que cree en sus proyectos, que en el equipo de Zaha Hadid hay un ambiente estupendo y que Jean Nouvel es un tipo soberbio que maltrata a sus profesionales y al que todos sus subordinados parecen temer. Aunque ver cuajar los proyectos y asistir a las presentaciones de esas megaestrellas en Andorra es ya una gozada, lo mejor viene al final. El único resultado tangible de aquel concurso fue este estupendo documental porque tras un cambio de gobierno se decidió no construir el museo.

Habitar la utopía

de Mariano Agudo. España, 2015. 69.
9 de julio de 2015. Auditorio Príncipe Felipe, Oviedo. III Festival Internacional de Cine y Arquitectura.

En mayo de 2012 treinta familias ocupan un edificio vacío en Sevilla. Allí constituyen la Corrala Utopía, una comunidad con la que quieren poner de manifiesto que disponer de una vivienda digna es un derecho de las personas, no de los bancos. Van pasando los meses y se mantienen unidos aunque durante ese tiempo se ven obligados a recuperar formas de vida antiguas como arreglarse sin electricidad o no tener agua corriente. Al final Ibercaja parece ser más fuerte que el Defensor del Pueblo andaluz y el 6 de abril de 2014 la policia los desaloja para que el banco que acaba de comprar las viviendas pueda disfrutar de ellas vacías y los desahuciados lo sean una vez más.

Dedicamos la tarde a ver algunos documentales de la sección Arquitecturas filmadas del Ficarq. El primero es María Elena, un mediometraje que muestra la vida cotidiana en el último pueblo salinero del mundo. Maria Elena está en Atacama y su aridez contrasta con la ternura de unas gentes que son tratadas con sobriedad y respeto por la cámara de Rodrígo Lepe Cavagnaro. A continuación vemos Habitar la utopía, una de esas películas reivindicativas de temática social que bien podría haber sido programada por El Documental del Mes. Mariano Agudo retrata el día a día de casi dos años de resistencia solidaria en una pequeña comuna, en una corrala sevillana del siglo XXI, formada por unos vecinos que han decidido responder al verbo desahuciar (tan conjugado en estos años en España) con el de ocupar. Su reivindicación es la de un derecho constitucional, obscenamente conculcado en un país en el que la burbuja financiera se ha nutrido del vacío que suponen los millones de viviendas desocupadas. Habitar la utopia es una bofetada moral a la que seguramente algunos darían respuestas jurídicas para intentar justificar lo injustificable: que haya personas sin hogar mientras hay tantos hogares vacíos que solo sirven para sostener las ficciones económicas de los bancos.

miércoles, 8 de julio de 2015

Manglehorn

de David Gordon Green. EE.UU., 2014. 97.
8 de julio de 2015. Teatro Campoamor, Oviedo. III Festival Internacional de Cine y Arquitectura. V.O.S.

Lo vemos trabajando como cerrajero, cuidando de su gata, discutiendo con su hijo, conversando cada viernes con la cajera de su banco, estropeándolo todo en una cita con ella... Es Manglehorn, un hombre sensible y huraño que escribe cartas a Clara, aquel amor perfecto que perdió para siempre.

En su tercera edición el Ficarq deja Avilés (el lugar natural para el maridaje entre cine y arquitectura) y se traslada a Oviedo. La programación sigue siendo extraña y, aunque mañana veremos documentales sobre arquitectura, hay que buscar con atención para evitar esas malas películas que se preestrenan en este festival pero no tienen nada que ver con ella. Hoy hemos tenido suerte y, aunque la cerrajería no sea un oficio básico en la arquitectura, hemos podido disfrutar de otro recital interpretativo de Al Pacino. Su personaje en Manglehorn tiene mucha relación con el de La sombra del actor de Barry Levinson. Los dos son perdedores que viven una cotidianidad extraña (o extrañada) y sienten que su felicidad estaría en un amor perdido (Manglehorn) o posible (La sombra del actor). En las dos Al Pacino llena la pantalla con una presencia total que nos hace entender también lo que no se nos muestra de esos personajes heridos (la relación con Clara en esta película, el pasado de ese actor declinante en la de Levinson). Son seres que viven con intensidad y distanciamiento esa singular cotidianidad de quienes se sienten en busca de un tiempo perdido. Aunque la fama se la dieron personajes más jóvenes y activos creo que este Al Pacino maduro y parsimonioso es aún mejor.

domingo, 5 de julio de 2015

El padre

de Fatih Akin. Alemania, 2014. 138’.
5 de julio de 2015. Cines Los Prados, Oviedo.

En 1915 comienza el genocidio armenio. Tras muchos sufrimientos Nazaret es uno de los que sobreviven al exterminio. Al parecer también viven sus hijas gemelas a las que no ve desde que lo sacaron de su pueblo. Encontrarlas es para él una obsesión y para ello recorre Libano, Cuba y Estados Unidos siguiendo su rastro.

Lo que debería ser una gran película conmemorativa que hiciera más visible uno de los mayores genocidios del siglo XX se convierte en una historia que se hace larga y en la que el protagonismo de este padre enmudecido no está a la altura del drama que se pretende mostrar. El arranque con las escenas de felicidad familiar es casi naif. La terrible parte central deja al genocidio imperdonablemente desdibujado. Y al final el periplo americano de Tahar Rahim (tan estupendo en Un profeta y en las películas de Farhadi) casi me recuerda al de nuestro amigo Marco buscando a su madre. Eso sí, los escenarios están particularmente cuidados y me ha encantado ese paso por las radiantes calles de La Habana en la época en que se estaba construyendo el Capitolio al final del Paseo del Prado. Pero Fatih Akin fracasa notariamente si esas postales son lo mejor de una película que pretendía acercarse a un tema tan serio.

Aprendiendo a conducir

de Isabel Coixet. EE.UU., 2014. 90’.
5 de julio de 2015. Cines Los Prados, Oviedo.

Darwan enseña a conducir a Wendy en Nueva York. Ella es una prestigiosa crítica literaria y él un exiliado que se gana la vida como taxista y profesor de autoescuela. Los dos están viviendo momentos intensos. El marido de Wendy la ha dejado por una escritora y a Darwan le han concertado un matrimonio con una mujer india a la que no conoce.

"Ponte el cinturón". Se lo advierte Darwan a Wendy al comienzo de cada clase. Y parece que Isabel Coixet también ha tomado nota de la recomendación y no quiere correr riesgos en esta película. Correcta, sencilla y equilibrada, la historia está bien contada y fluye por cauces previsibles aunque no aburridos. Las simetrías entre los dos protagonistas están bien construidas y aunque las emociones de estos personajes maduros no tienen la intensidad que caracteriza al cine de Coixet, tampoco resultan banales. Da gusto ver de nuevo a Ben Kingsley protagonizando una película suya, pero Aprendiendo a conducir me dice bastante menos que Elegy. Y es que Isabel Coixet vuelve a demostrar su destreza conduciendo historias americanas, pero en esta ocasión no se aleja de caminos ya transitados.

miércoles, 1 de julio de 2015

La mirada de Ouka Leele

de Rafael Gordon. España, 2009. 117’.
1 de julio de 2015. Centro Niemeyer, Avilés.

Ouka Leele habla. Ouka Leele pinta. Ouka Leele mira. Y nosotros vemos primeros planos de sus ojos, de las flores que pinta en un muro murciano y también la escuchamos hablar sobre si misma. Y hasta hacerse una autoentrevista.

La Fundación María Cristina Masaveu ha tenido el acierto de encargar a fotógrafos de prestigio trabajos monográficos con la única indicación de que respondan de manera personal al título Miradas de Asturias.  En el año 2012 Alberto García-Alix abrió la serie con la magnífica exposición Patria querida que pudimos ver en Gijón en diciembre de aquel año y que luego viajó a Madrid, Lisboa y Nueva York. Después fue José Manuel Ballester el encargado de aportar su mirada sobre nuestra región con Allumar, un impresionante trabajo que se presentó en Gijón en diciembre de 2013 para ir después también a Madrid y Lisboa. El tercer encargo fue a Ouka Leele que debería haber expuesto el pasado diciembre en Gijón A donde la luz me lleve pero,  según parece, no pudo acabarlo a tiempo. Así que la tercera mirada sobre esta tierra de un Premio Nacional de Fotografía llegó a Madrid antes que a Asturias. En febrero vimos la exposición en el Conde Duque y volvimos a comprobar el acierto de la Fundación con este proyecto (cada trabajo se completa, además, con la cuidada edición de un libro que incluye más fotografías que la que se exponen). Así que cuando se anunció que Ouka Leele expondría en el vestíbulo del auditorio del Niemeyer pensé que sería esa exposición la que por fin llegaba a Asturias. Pero no. La que ayer se inauguró es de trabajos inéditos anteriores y está comisariada por Rafael Gordon que estos días acompaña a Ouka Leele en Avilés y ha presentado hoy con ella esta película. Sobre ella (y sobre el coloquio que siguió a la proyección) mejor no digo nada. No he visto todavía la exposición pero estoy seguro de que me gustará mucho más que lo de hoy.